sábado, 11 de abril de 2009

Homenaje al Movimiento de Acción Revolucionaria, Asamblea Legislativa del Distrito Federal, 11 abril 2007



SEGUNDO AÑO DE EJERCICIO

Dip. Avelino Méndez Rangel
(Homenaje al Movimiento de Acción Revolucionaria)

VERSIÓN ESTENOGRÁFICA


Auditorio “Benito Juárez” 11 de abril de 2007



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EL C. MODERADOR RAYMUNDO HERNÁNDEZ LEMUS.- Les pedimos una disculpa.
Siendo las 5:30 de este 11 de abril, queremos iniciar este homenaje a lo que en algún tiempo eran unas siglas, era un nombre impronunciable.
Se ha hecho un esfuerzo muy importante aquí en la Asamblea y la Asamblea Legislativa ha decidido brindar un homenaje al Movimiento de Acción Revolucionaria a iniciativa del diputado Avelino Méndez Rangel, quien por encontrarse en un mitin en la SEMARNAT demandando recursos para los ejidos, las comunidades y los pueblos originarios de la Ciudad de México viene en camino. Está terminando la acción de protesta que hubo el día de hoy y estaría en unos minutos con nosotros.
Sin embargo, para no hacer esperar al auditorio y a pedido expreso del diputado Víctor Hugo Círigo, el diputado Isaías Villa dará las palabra de bienvenida a los compañeros del Movimiento de Acción Revolucionaria y a los compañeros que formaron parte de una serie de organizaciones que voy a permitirme no enumerar pero que son parte de la historia heroica de nuestro pueblo, son parte de su memoria, y por tanto son parte del presente y del futuro.
Vamos a dar la palabra al diputado Isaías Villa para dar formalmente la bienvenida a todos los presentes y brindar estos esfuerzos como homenaje al Movimiento de Acción Revolucionaria y finalmente teniendo presente dos cartas conmovedoras que han salido en estos días de los compañeros del Comité EUREKA y otra del compañero Inti Martínez, que nos dicen que transcurridos todos estos años, desde el 9 de abril de 1979 ellos como hijos de los compañeros que cayeron en la lucha siguen levantando la bandera de la dignidad, no aceptan la indemnización del Estado Mexicano por los asesinatos de los compañeros luchadores de esas épocas y nos llaman a continuar profundizando todos estos esfuerzos por democratizar en nuestro país y transformarlo.
Entonces sin más preámbulo, le damos la palabra al diputado Isaías Villa.
Gracias.

EL C. DIPUTADO ISAÍAS VILLA GONZÁLEZ.- Gracias, Raymundo.
Muy buenas tardes a todos.
En primer lugar, de igual forma una disculpa de parte del diputado Víctor Hugo Círigo Vásquez, Presidente de la Comisión de Gobierno de esta Asamblea Legislativa en su IV Legislatura. Me ha pedido que esté en su representación porque está atendiendo varios eventos que se están desarrollando el día de hoy como el que se decía también del diputado Avelino Méndez, pero pues en su nombre les damos la bienvenida.
Estos espacios que ahora podemos utilizar, estas instituciones que la izquierda ha abierto, donde estamos trabajando diputados, gente con convicciones de izquierda, pues no hubieran sido posibles sin el gran esfuerzo histórico de muchas generaciones de las cuales forman ustedes parte y por supuesto que en ese sentido pues sean bienvenidos a este espacio que hemos ganado a pulso con esta lucha.
Decirles por supuesto que pues yo tengo mucho respeto por mis mayores y aunque parezco algo más mayor de lo que soy no me tocó pertenecer a estas generaciones de las que ustedes formaron parte, pero por supuesto que en mis inicios en la política siempre he sido una gente de izquierda, soy del PRD, fundador, pero siempre he sido de izquierda. Lo digo esto ustedes sabrán por qué.
Entonces en los inicios de mi participación política como estudiante, a principios de los 80, pues toda la leyenda de la lucha armada, de la acción revolucionaria de grupos diversos, pues digamos que estaba en su parte final aunque posteriormente han existido otros esfuerzos, se saben, ahora mismo se dice de la existencia de grupos que pregonan la lucha armada como un método para la transformación social, pues bueno, la parte fuerte de la acción armada como respuesta a un Estado autoritario pues a principios de los 80 estaba, y ustedes lo saben más que uno, digamos que perdiendo fuerza; y sin embargo pues nos tocó todavía tener algún conocimiento y por supuesto que en aquel entonces la izquierda que estaba de alguna forma proscrita pues teníamos también que realizar algunos esfuerzos, algunas luchas, y siempre esa suerte de nostalgia de poder haber participado, pues cuando uno es joven es impulsivo.
Pero a estas alturas, después de muchas cosas que han pasado y seguramente ustedes tendrán mejor evaluación del asunto, nos parece que es importante que esa lucha ahora pueda tener, decíamos, espacios institucionales, maneras, métodos digamos más en un sistema abierto, que aunque son insuficientes, quizás muchos o algunos de ustedes los podrán evaluar no sólo de insuficientes sino de inoperantes, en fin.
Pues yo creo que es importante el poder apreciar el que, repito, la lucha que muchas generaciones emprendieron ahora pues pueda tener una posibilidad de influencia a partir de cauces institucionales.
Estamos en uno de ellos, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, donde la izquierda somos mayoría y hemos podido, por cierto, impulsar algunas propuestas, pero bueno, eso será materia en otro momento de comentarlas.
Yo sólo les digo que a nombre de la Comisión de Gobierno, de esta izquierda que efectivamente como dice la consigna que está digamos que en el anuncio de este evento, pues sin memoria no hay futuro, y claro que esto es parte de la memoria de la izquierda que hoy estamos aquí en estos sitios, por lo cual me da mucho gusto el poder darles la bienvenida y el hacer votos, el esperar pues que este diálogo, que la presentación de los testimonios de los puntos de vista que se van a tratar aquí pues nos sirva para efectivamente no olvidar esa raíz de la que proviene mucho la izquierda en este país.
Por lo tanto, pues sean bienvenidos, compañeras, compañeros y que sea para bien este evento.
Muchas gracias.

EL C. MODERADOR.- Le damos las gracias al diputado Isaías Villa por estas palabras de bienvenida a los integrantes del Movimiento de Acción Revolucionaria y a todos los presentes en este auditorio.
Este evento de homenaje se llevará a cabo el 11, 12 y 13 de abril a las 5 de la tarde en este auditorio.
El día de hoy presentaremos 2 libros y las semblanzas de diversos compañeros que están anunciadas en algunos documentitos que se entregaron. Si a alguien le falta, aquí tenemos en la mesa.
El día de mañana serán 3 libros y el día viernes también a las 5 la obra de teatro “El amanecer se negó”.
Los saludos del diputado Avelino Méndez Rangel los vamos a posponer unos minutos en lo que él se presenta y pasaríamos en este momento a escuchar una introducción a este periodo tan complicado, que son los años posteriores yo diría a la Segunda Guerra Mundial, los 60 y los 70.
Dice Inti Martínez Gaytán en la carta de homenaje a su padre, dice: Hoy son ya 28 años del asesinato de mi padre, José Luis Martínez Pérez y de Elín Santiago Muñoz. El próximo día 18 serán 32 años de la desaparición de Jesús Piedra Ibarra y así seguirá doliéndonos esta cuenta sin que uno solo de quienes buscamos libertad, verdad y justicia hayamos encontrado más que simulación y burla.
Estas son las palabras de Inti Martínez Gaytán aparecidas en una carta el pasado día 9 de abril y son también dos compañeros a los cuales está dedicado este evento.
Damos la palabra al ingeniero José Luis Moreno, para que nos dé la introducción a este homenaje. Gracias, ingeniero.

EL C. ING. JOSÉ LUIS MORENO.- En nombre de Investigaciones Históricas de los Movimientos Sociales “Rubén Jaramillo Menes” agradecemos al diputado Avelino Méndez Rangel y a su equipo de colaboradores las facilidades que nos han otorgado para poder llevar adelante este sencillo pero significativo homenaje a una de las organizaciones más representativas del movimiento armando socialista en nuestra país, el Movimiento de Acción Revolucionaria.
La historia oficial ha dado un trato diferencial a los diferentes movimientos armados en nuestro país, por un lado aquellos que el oficialismo considera que consolidaron el orden social contemporáneo, la Guerra de Reforma, la Revolución de principios del siglo pasado, han sido ensalzados como los cambios que nos dieron patria y sentido como nación, mientras que aquellos que no gozan de reconocimiento oficial de reconocimiento oficial, como la Guerra de los Cristeros y el Movimiento Armado Socialista, reciben la condena de ser retrógrados y retardatarios al avance del país.
Caso especial ha sido el segundo y ni siquiera aparece en las hojas de historia actual, el único lugar que ocupó durante años fueron las páginas de la nota roja de los periódicos nacionales y locales.
De ahí la necesidad de la investigación y de la difusión de los trabajos que sobre este tema que ocupó un lugar importante en la vida nacional y contribuyó a las diferentes transformaciones actuales.
El Movimiento Armado Socialista en México se inscribió en el marco de la guerra fría entre los dos grandes bloques político económicos de esos tiempos, el comunismo y el capitalismo, representados por la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y los Estados Unidos. La opción era entre un Estado planificador y organizador de la economía o un Estado liberal y defensor de la propiedad privada.
Estados Unidos había sufrido una gran derrota político militar en Corea del Norte, a esta derrota se sumó el surgimiento de la Cuba socialista a sólo 90 millas de su territorio, lo cual le obligaba a implementar planes para defender la América Latina del virus del comunismo. Para esto desarrolló la alianza para el progreso, el plan hondo e instituyó a todos sus embajadores en Latinoamérica para intervenir en las políticas locales; destacan Guatemala, Santo Domingo, Nicaragua, Panamá, Brasil, Chile y Argentina.
En 1959 surge la Revolución Cubana dirigida por Fidel Castro y un puñado de revolucionarios. Enmarca con sus hechos y pensamiento un gran influencia en la juventud del mundo, pero principalmente en los jóvenes latinoamericanos.
La revolución socialista no sólo era posible sino necesaria en Latinoamérica, premisa insoslayable en los debates de la izquierda de aquellos años.
En casi toda Latinoamérica surgen en los años 60 diversos movimientos subversivos con la ideología marxista con Carlos Margel en Brasil, los (inaudible) en Uruguay, los Montoneros en Argentina, las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia y en El Salvador el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional y en Nicaragua el Frente Sandinista de Liberación Nacional, entre otros.
En México el sistema político heredado de la Revolución Mexicana se caracterizaba por el autoritarismo y la inexistencia de espacios para la expresión de la disidencia. Se apoyaba en una fraseología de terror donde el comunismo era el malo, la traición, los enemigos de lo mexicano, los que atacaban la libertad. En esta lucha contaron con el apoyo de los Estados Unidos.
La política mexicana en los años 50, 60 y 70 particularmente era un fiel reflejo del sistema político prevaleciente, autoritaria, totalmente vertical, dependiente de las decisiones desde arriba por ruta y es proverbial su uso de la tortura como medio para la investigación. Los derechos humanos eran prácticamente nulos.
En la represión a guerrilleros, se dio autorización desde el mismo Presidente para que se actuara con toda la fuerza del Estado y con toda su ilegalidad. Se le dio libertad de botín y de muerte para acabar con los guerrilleros.
La guerrilla mexicana, rural y urbana, tiene sus antecedentes en los partidos y organizaciones de izquierda del país, no fueron de generación espontánea, poseían una ideología heredada por el marxismo. Los guerrilleros de Chihuahua de 1965 habían militado en el Partido Popular Socialista; el grupo de lacandones tenían antecedentes en la Liga Comunista Espartaco; el Movimiento de Acción Revolucionaria venía de las juventudes del Partido Comunista; Lucio Cabañas tuvo una clara militancia en el Partido Comunista Mexicano.
Los jóvenes mexicanos se lanzan a la lucha revolucionaria armada con el bagaje ideológico y político que les ha dado las organizaciones comunistas de esos años.
Además, los cristianos con el socialista toman la ideología en los principios económico políticos y organizativos generales, desechan a esas organizaciones por no ser consecuentes con la Revolución, constituyen elementales principios de la lucha armada y se lanzan a la praxis revolucionaria.
Muchos de los revolucionarios participaron como activistas en los movimientos sociales y políticos de los 60 y 70. Tenían una experiencia en la lucha abierta, Ricardo Rodríguez, del Partido de los Pobres en el Movimiento Médico de 1964-65; Genero Vázquez y Lucio Cabañas en los Movimientos Magisteriales y Cívicos de 1962 y 1967 en Guerrero. Casi todos los militantes de los lacandones participaron en 1961 y en 1968, por mencionar algunos.
La participación de muchos de los brigadistas y activistas del 68 fue al margen del Comité Nacional de Huelga, desarrollaron una amplia propaganda por la libertad y justicia, por la organización independiente de los trabajadores; levantaron la consigna “no queremos reforma, queremos revolución”.
Lo esencial del movimiento armado lo podemos esquematizar de la siguiente manera:
1. Se proponía derrocar por medio de la violencia armada al gobierno e instaurar un sistema socialista.
2. Las organizaciones armadas no contaron con el apoyo y la solidaridad internacional. Sólo el Movimiento de Acción Revolucionaria logra tener apoyo de Corea del Norte en su preparación militar, en tanto los otros grupos se forman y obtienen sus recursos por sí mismos. Fue un largo camino de aprendizaje y experiencias.
3. El Estado Mexicano aplicó a los opositores una guerra de exterminio, optó por la ilegalidad y el aniquilamiento, secuestró, mató, violó preceptos y procedimientos jurídicos con la asesoría estadounidense y aplicó técnicas antiguerrilleras en las ciudades y en las zonas rurales, ejecutó los planes de cerco y aniquilamiento. Como muestra, está la guerra en contra de los pueblos en la Sierra Guerrerense, las tomas de casas de seguridad de la Liga Comunista 23 de Septiembre, la tortura intensa a los presos en corto tiempo y la estrategia de destruir su estructura para dirigir sus tratos inhumanos identificando y destruyendo la base de su sustentación.
La llamada guerra sucia fue el plan de contrainsurgencia que utilizó todos los medios y los métodos a su alcance, legales y los que estaban fuera de la ley para combatir a sus opositores, lo que colocó al régimen en la ilegalidad, se convirtió en un gobierno de delincuentes y criminales que actuaron por encima del Estado de Derecho.
Es necesario destacar los apotegmas de la guerra sucia en México para entender este dolorosísimo capítulo de la lucha libertaria de nuestro país y para dimensionar correctamente el tamaño del delito del Estado que cometieron los gobernantes.
4. El hostigamiento y represión, así como detenciones ilegales y tortura a movimientos de ciudadanos o de familiares de guerrilleros para disuadir la lucha por la legalidad y la denuncia de los atropellos, como había sido el caso del Comité de Familiares y Amigos de Presos Políticos en 1975 y 1980; la detención y tortura de los activistas y familiares como Blanca Hernández y Teresa Ulloa; la desaparición de familias completas como la de Tecla Parra.
5. El Sistema de Justicia dominado por el Ejecutivo sujeto a las necesidades políticas del sistema, Ministerios Públicos, Jueces, Magistrados y Suprema Corte de Justicia de la Nación, sumidos en la total corrupción y dóciles a la consigna del Presidente en turno. Ejemplo de ello fueron el Juez Ferrer McGregor y el Fiscal Del Toro.
6. Los medios de comunicación vivían tiempos de represión y control tanto en medios escritos como electrónicos. Basta recordar la Revista “Por Qué”, el Excelsior en la época de Echeverría y lo dicho por Emilio Azcárraga de que él era un soldado del Presidente.
7. El Estado Mexicano levantó toda una campaña de desprestigio y linchamiento social en contra de los guerrilleros desacreditando al movimiento como agentes comunistas y enemigos de la patria, asesinos, rateros, secuestradores, malos hijos, locos y otras muchas más, todo para justificar su actuación represora y sus excesos de crímenes y torturas.
8. El sistema de dominio político de un partido hegemónico, el oficial, el Partido Revolucionario Institucional en aquel entonces, contando con la complicidad del Partido Acción Nacional, hoy en el Gobierno, desde las Cámaras justificaron e impulsaron las arbitrariedades y asesinatos del gobierno.
9. Los empresarios se convirtieron en impulsores de la violencia, instaron al Estado para mayor fuerza y exterminio de los subversivos. Abundan las declaraciones de la CONCANACO, CANACINTRA, y no sólo hay que recordar el discurso del Grupo de Monterrey ante la muerte de Eugenio Garza Sada. Los empresarios agudizaron y azuzaron la guerra sucia.
10. El ejército y la policía fueron el vehículo, el brazo ejecutor de la lucha antiguerrillera y aplicaron una salvaje represión bajo el concepto de aniquilación de los opresores. No hubo ética, no hubo códigos de honor.
11. El Movimiento Guerrillero Mexicano fue pobre en recursos, nunca se pensó en términos de planificación económica sino en necesidades económicas. Las comparaciones entre los recursos del Estado y de los movimientos armados son de una proporción desmedida, no hubo planificación de coptación, utilizaron la tecnología de guerra, no infiltraron a la policía ni al ejército y mucho menos utilizaron armamento moderno.
Su trascendencia a manera de apunte fue, la guerrilla mexicana adoleció de tres desviaciones graves que la deterioraron fuertemente propiciando su derrota, el dogmatismo, el sectarismo y el caudillismo. El dogmatismo en la ideología, el sectarismo en la organización y el caudillismo en la dirección.
Se poseía la verdad absoluta y la interpretación de la realidad; el marxismo y sus derivados políticos eran lo cierto, no cabía duda o no había discrepancia, pero aún con todo y sus fallas y desviaciones el Movimiento Armado Revolucionario de México del último tercio del siglo XX evidenció el carácter autoritario y antidemocrático en nuestro país.
La cuota de sangre de miles de mexicanos víctimas de la represión, produjeron en la conciencia de los ciudadanos y al interior de la clase política gobernante de la necesidad de cambiar el estado de cosas, de exigir cambios para la democracia y la libertad.
Esa democracia política que hoy disfrutamos es producto de los movimientos sociales de aquellos años y parte de ella se la debemos al Movimiento Armado Socialista y en particular a una de sus organizaciones, el Movimiento de Acción Revolucionaria.
Gracias a todos ustedes por su asistencia.

EL C. MODERADOR.- Le damos las gracias al ingeniero José Luis Moreno por esta muy muy clara introducción a toda esta época.
Agradecemos también la presencia de los diputados Juan Ricardo García Hernández, del Partido del Trabajo; y del diputado Antonio Lima Barrios, del Partido de la Revolución Democrática, que están aquí en el Auditorio. Gracias por también estar presentes.
Dar la bienvenida a este homenaje al Movimiento de Acción Revolucionaria.
En los volantes que repartimos hay una frase de Winston Churchill que citamos, que dice: Nunca tantos debieron tanto a tan pocos.
Creo que con las palabras del ingeniero José Luis Moreno más que hablar del pasado pareciera que estamos hablando del presente.
Capitalismo, imperialismo, globalización y neoliberalismo ponen de nuevo al marxismo frente a un reto de incalculables dimensiones, de mucha complejidad y de muy largo plazo. Creo que algunas notas aparecidas esta semana nos muestran claramente este reto.
Hay una carta de un secuestro. El pasado 15 de marzo en el centro de la ciudad de Chilpancingo, Guerrero, fue desaparecido el arquitecto y promotor social Jorge Gabriel Serón Silva, hijo de luchadores sociales del estado, forma parte de una familia honorable de la capital y fue un estudiante destacado de la Unidad Académica de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Autónoma de Guerrero, y actualmente es miembro prominente del Centro Operacional para el Fortalecimiento de Iniciativas Sociales, donde se desempeña de manera honesta, comprometida y responsable desarrollando proyectos a favor de los sectores más desprotegidos de la sierra y la montaña de Guerrero.
Firman diversos compañeros, diversas organizaciones. Desde esta moderación, de este homenaje nos hacemos solidarios por la presentación del compañero Jorge Gabriel Serón Silva.
Como ustedes verán, con esta nota del secuestro hace prácticamente un mes de este compañero también citamos la carta de Leticia Georgina Tecla, que firman otras personalidades, sobre lo que denominaron “Secuestros de Viernes Santo”. Dice:
“Hace 28 años un Viernes Santo de 1979 –como la semana que pasamos- la compañera Leticia Tecla y su esposo Carlos Eduardo Sánchez Ludwin, fueron secuestrado por la Brigada Blanca, grupo paramilitar bajo las órdenes de Miguel Nazar Haro, Jefe de la Dirección Federal de Seguridad.
Los hechos ocurrieron cuando un comando fuertemente armado allanó y cateó con lujo de violencia su casa, acusándolos de ser contactos guerrilleros a la par que lo hacían en casas de familiares y amigos”.
En particular destacamos este párrafo porque a continuación viene el comentario del libro de uno de los compañeros integrantes del Movimiento Acción Revolucionaria, que se ha destacado por tratar de plasmar en diversos libros toda la experiencia del Movimiento de Acción Revolucionaria, hacer un esfuerzo por presentarnos de manera novelada histórica, me estoy refiriendo al estimado compañero Salvador Castañeda, cuyo libro “La negación del número” va a ser comentado por el periodista Jesús Ramírez Cuevas, aquí a mi lado y por el profesor Carlos Salcedo, que se encuentra al otro lado de la mesa.
A continuación entonces vamos a dar la palabra al profesor Carlos Salcedo y después al periodista Jesús Ramírez Cuevas. Le damos las gracias al diputado Isaías Villa por su presencia.
Perdón, compañeros. Aquí los comentaristas se han puesto de acuerdo, me dicen que si podemos intercambiar el orden de los comentarios. Le daríamos la palabra al periodista Jesús Ramírez y después al profesor Carlos Salcedo.

EL LIC. JESÚS RAMÍREZ CUEVAS.- Gracias a Carlos por cederme el lugar, además usted tiene más autoridad y tendría más cosas que contar que yo que soy un lector y un interesado.
De alguna manera agradezco de antemano la invitación que me hace a este homenaje, me parece algo muy importante en el sentido de comenzar o continuar una reflexión crítica, autocrítica sobre la izquierda, uno de cuyos componentes en su historia contemporánea evidentemente es el movimiento armado.
En ese sentido, creo que es muy pertinente salir digamos del tono sólo de la denuncia a la guerra sucia, los métodos ilegales al terrorismo de Estado y pasar a la reflexión sobre los métodos de lucha, las concepciones y las experiencias vividas en el pasado y en el presente también.
En este sentido el libro de Salvador Castañeda, que estamos presentando hoy como parte de este homenaje, que se llama “La negación del número”, cuyo subtítulo es “La guerrilla en México 1965-1996 una aproximación crítica”, creo que cumple con creces esta intención de abordar desde una perspectiva crítica la experiencia de los movimientos armados en México.
Sin ser exhaustivo, sin abarcar a todas las experiencias, sin intentar ser totalizador el libro sí aborda conceptos esenciales que dieron origen o que dan origen a la lucha armada y a la manera en cómo se concibió este proceso.
En ese sentido, yo quisiera decir que este libro abona muy bien en una interpretación de la historia, que de hecho es la historia de México, es decir la historia de la guerrilla malamente o por desconocimiento se cree que comenzó en los años 60 o aún en los años 50, pero la guerrilla como proceso de defensa, de autodefensa y de lucha social yo creo que eso está en los orígenes de la historia de México, es decir la guerrilla que encabezó Morelos e Hidalgo.
Yo no voy a hablar de todos los guerrilleros y cientos de guerrilleros emblemáticos o desconocidos que han forjado la historia mexicana, pero lo que sí quiero recalcar es que la contribución de Salvador Castañeda en sus libros y justo en éste de “La negación del número” ayuda a entender que la historia de México es una historia de la resistencia y de la lucha del pueblo mexicano, y que la interpretación de esa historia es justo una lucha entre los vencedores y los vencidos.
Lo que podemos sacar de conclusión en términos de una primera conclusión al abordar el tema de la lucha armada contemporánea en México de los últimos 40 años es que la interpretación sobre los objetivos sociales, sobre el carácter justiciero y sobre la intención de quienes conformaron estos grupos está fuera de duda. Este es un triunfo de la memoria social, de la memoria colectiva por encima de la versión oficial del poder.
Lo mismo ocurre con el proceso de entendimiento de los movimientos sociales en los años 60, cuyo momento quizá más emblemático es 1968, la interpretación de lo que ocurrió en el movimiento estudiantil del 68, como lo que ocurrió en el movimiento ferrocarrilero, médico o magisterial de esos años, como hoy lo leemos una buena parte de la sociedad, ha sido un triunfo de esos protagonistas pero también un triunfo de la sociedad que ha recuperado esta historia de resistencia y de transformación social y le ha dado una validez muy importante para la actualidad.
En ese sentido, hablar de que sin memoria no hay futuro es también hablar de la lucha por la memoria. Estamos saliendo a la luz con todas estas historias.
Es reciente, aunque este proceso de escribir libros y de debatir creo que ha sido una larga travesía, sí siento que el debate social sobre estas experiencias es muy reciente, o sea que rebasa los ámbitos académicos, de los especializados y de los protagonistas, y eso es algo muy importante porque eso nos permite por un lado socializar las experiencias, socializar las reflexiones sobre los errores o los aciertos y al mismo tiempo también reflexionar colectivamente sobre cuáles son las perspectivas para la historia, y me refiero en un sentido amplio de la palabra, incluyendo la lucha armada o la gente o los compañeros que han decidido o deciden por las circunstancias, por decisión o concepción política dar su vida como garantía para un cambio social y eso, en primer lugar yo tengo que decir que respeto profundamente a quienes han optado u hoy en día optan por la vía armada, por dar su vida por cambiar el país. Creo que es algo muy importante que es parte de la memoria colectiva, el reconocimiento como luchadores sociales de todos los guerrilleros pasados y presentes.
Una cosa muy distinta es decir que uno avala lo que se ha hecho o lo que se hace, esto ya forma parte de una reflexión política, de una reflexión social y cultural que debemos hacer y que creo que este homenaje de tres días ayuda a este proceso que es muy importante, porque muchas veces también se piensa que hay que reflexionar la izquierda y se estigmatiza a un sector de la izquierda, y cuál más estigmatizable por el poder y por aquellos que de alguna manera hoy han logrado usufructuar los avances de la sociedad y de la izquierda que los mismos grupos guerrilleros.
En ese sentido, yo creo que sí es muy importante recuperar este carácter de luchadores sociales de los guerrilleros, no sólo de los jóvenes, de los campesinos y de los obreros que decidieron tomar las armas para defender sus ideales, para cambiar el país o para tomar el poder y hacer la Revolución y el socialismo.
Yo creo que en estos 40 años muchas cosas han cambiado y yo creo que lo que más ha cambiado es la sociedad misma y la idea misma de la izquierda. Esto es algo muy importante que tenemos que por lo menos considerar como un elemento porque eso nos permite ver con otros ojos todo el pasado, el pasado reciente.
En ese sentido, creo que es muy importante pensar que si cuando se hablaba de que en 1959 la Revolución Cubana a partir de ese año se convierte en el faro iluminador de América Latina, en el motor impulsor de muchos movimientos revolucionarios en todo el continente, también tenemos que considerar lo que produjo, es decir estos movimientos guerrilleros no se puede hablar como un movimiento guerrillero latinoamericano, ha habido muchos movimientos con muchas concepciones, con muchas prácticas y que creo que en el caso de México también ha ocurrido algo parecido y que no se puede hacer tabla rasa de todos los grupos armados como se hablaba de lo mismo.
En ese sentido, creo que hoy en día también los grupos guerrilleros que existen en la actualidad tienen diferentes concepciones y diferentes métodos de lucha. Entonces, creo que a pesar de eso lo que sí hay es al menos siento algunos momentos que apunta Salvador Castañeda en su libro, y que creo que son importantes de rescatar, acerca de conceptos como los medios y los fines.
Antes la Revolución y la toma del poder por la vía armada o por la vía violenta tenía como fin la liberación del hombre, la emancipación social y la libertad de todos. No voy a discutir los resultados de algunos procesos del socialismo real, lo que se le llama socialismo real, pero sí creo que hoy en día la izquierda mundial y sobre todo la izquierda mexicana está en condiciones de discutir los fines y los medios; y creo que hay un sector que opina u opinamos que no puede haber diferencia entre fines y medios, o sea que los medios son los fines por los cuales vamos a lograr los objetivos sociales, políticos que nos proponemos.
En ese sentido, la emancipación de la sociedad no puede darse por la vía de, como bien señala Castañeda en su libro, el seguir manteniendo una concepción vanguardista de la transformación social, aunque existan vanguardias culturales, políticas, sociales, pero que eso reduzca el papel de los revolucionarios en ese sentido.
Creo que no puede haber justificación, hoy se habla de los derechos humanos, no puede haber justificación que un sector de la población viole los derechos humanos de otro sector en aras de la liberación de todos, o que se cometan asesinatos o secuestros, etcétera.
Hoy estamos en condiciones de abordar de manera abierta estos temas porque ayudan a la profundización de la emancipación y de los métodos que son los más adecuados hoy en día para lograr un objetivo de la transformación social anticapitalista o contra un sistema de opresión económica y política que está amenazando la existencia misma de la humanidad, creo que eso es tema de otra mesa, pero creo que enfrentamos una guerra contra la humanidad llamada neoliberalismo por algunos, llamada capitalismo salvaje por otros o que tiene otros nombres, y sin embargo el dominio completo del capitalismo sobre la vida humana, sobre la naturaleza, sobre el destino del planeta nos obliga también a replantear cuáles son las estrategias de defensa del planeta, de defensa de la humanidad y de emancipación social.
Creo que si tenemos claro lo que ha pasado podemos al menos apuntar con mayor precisión qué es lo que se necesita, qué es lo que necesita la sociedad, qué necesitan los sectores sociales, qué necesitan las organizaciones políticas de izquierda para avanzar hacia la emancipación de la humanidad.
Creo que otro de los mitos de los que habla Salvador Castañeda en su libro, que me parece importante rescatar, es el tema de la inevitabilidad del socialismo y de la revolución. Este mito que creó, es decir muchas experiencias políticas sobre la idea de que es inevitable porque el capitalismo es tan injusto y está creando su propia cimiente, que llegará el socialismo, y vemos hoy en día que eso no es real, ese pensamiento es ilusorio en el sentido de que el capitalismo ha demostrado una capacidad de renovación, de transformación y cooptación de los propios procesos más radicales que lo han cuestionado y que eso le ha servido para reforzarse.
Entonces, el socialismo y la transformación democrática radical de la sociedad, la emancipación de la humanidad es una posibilidad y para eso hay que trabajar mucho y entre todos, imaginar formas de organización y de lucha novedosas o viejas, pero con otras condiciones y que eso depende de la capacidad de organización y de transformación política de la sociedad no va a ser una consecuencia lógica del sistema económico.
Otro tema que creo me parece importante, que aborda a través de la experiencia de los grupos armados del 68 y de estas generaciones del 65 al 96 que aborda el libro, es el tema de la revolución. Creo que como nunca hoy podemos discutir el tema de la revolución, que tendrá contenidos muy distintos según quién la elabora, quién la defienda y quién la reflexiones, y antes quizá la idea de la revolución estaba mucho más acotada a una o dos ideas básicas.
Entonces, el aporte que hace Salvador Castañeda es que refleja las ideas del momento y hace una distancia crítica para ponerlas en cuestión o ponerlas en situación de decir eso es lo que se pensaba, muy probablemente sabe que estaba equivocado, muy probablemente no, pero esas son las concepciones que operaban, que llevaron en un momento dado al movimiento guerrillero, a la derrota del “Che” en Bolivia, a la derrota de algunos militares o de muchos grupos en América Latina y en México.
¿Entonces qué es lo que entendemos por revolución? Creo que es algo que tenemos que volver a plantear en la mesa, ponerlo a discusión y elaborar esta idea de lo que debe ser una revolución; no se trata de crear nuevas ideas, hay ideas que son en todo este proceso de construcción de los conceptos que sirven para este propósito.
La idea del propio Carlos Marx, de que la emancipación es obra de los trabajadores mismos, ayuda mucho en este empeño de construir nuevas concepciones o conceptos que nos sirven en la actualidad para la transformación social, que sería más adecuado expresarlo así.
Había que pensar en este proceso de la reflexión entre el movimiento armado, la lucha social y la izquierda política, también hay que reflexionar y poner en la mesa la idea de la democracia, porque rápidamente unos revolucionarios o gente que se reivindicaba revolucionaria desechó la idea de la revolución y se volvieron demócratas, nada más que el problema creo es que no nos explicaron cuál fue el proceso de reflexión política, de transformación de las condiciones o de su propia idea del cambio que los llevó a cambiar justo de proyecto político de largo plazo.
Entonces, creo que la misma idea de la democracia después del fraude electoral del 2 de julio, en el que grandes sectores de la población ponen hoy en día en duda incluso el camino de la vía democrática para el cambio social, tenemos que actualizar, tenemos que debatir y construir por lo menos los elementos constitutivos de este debate de qué entendemos por democracia, cómo construir esta democracia y cómo evitar que se vuelva una democracia simulada de la que hoy disfrutan los legisladores, los partidos políticos y evidentemente el sistema político mexicano, que por cierto habría que decir como anotación que tiene las mismas características a las cuales se enfrentaron los guerrilleros de los que se habla.
No ha habido tal transformación democrática del país, no ha habido ese proceso de cambio democrático como lo vienen diciendo sectores intelectuales, especialistas, los medios de comunicación y los propios sectores políticos, porque hemos visto que el mismo sistema quizá con otra cara, con otros actores, refuerzos de otras alianzas se expresó el 2 de julio; es decir, aquí hay una antidemocracia autoritaria que no quiere dejar el poder, ese sector que ha usurpado el poder el 2 de julio, pero que ya lo tenía y que está socavando la democracia y la vía pacífica a una transformación social, eso es algo muy importante.
Quienes vivieron el momento del plantón, los 49 días, quienes han vivido de alguna manera o visto o son testigos de lo que está ocurriendo con el movimiento poselectoral y ahora con la resistencia contra los planes de la derecha, podemos sentir, saber, tener de primera mano conocimiento de que hay amplios sectores que se están planteando cuál es la vía, porque si el voto no lo van a respetar, si las violaciones a los derechos humanos, a diferencia de la guerra sucia que en los años 70, como le llaman, “guerra sucia” era clandestina, era oculta, era con casas de seguridad, con torturas y desapariciones, ahora hagamos un balance de lo que ha ocurrido en Atenco, hagamos un balance de lo que ha ocurrido en Oaxaca, de lo que está ocurriendo en la sierra de Zongolica, y vemos que tal guerra sucia no sólo no se terminó y que tiene una continuidad también, sino que ahora es pública, ahora es abierta y la impunidad con que se encubre hoy a los torturadores, a los represores, a los asesinos y secuestradores es todavía más cínica que antes.
Entonces, estamos en una situación todavía mucho más de afrenta social que en los años 70 y creo que eso nos debe llevar a la reflexión del papel de la izquierda, de los políticos de izquierda, pero sobre todo, y creo que es algo que también hay que enfatizar, es el avance social y cultural de este país, es el principal, es decir yo no desconozco los avances electorales, no desconozco que esta capital la gobierna el PRD, etcétera.
Pero sí creo, estoy convencido de que los avances sociales y culturales de la población que hoy se reivindica de izquierda, que es mucha más gente que en el pasado, es mucho más importante porque son los que están enfrentando en la vida cotidiana a la derecha, los que están enfrentando los prejuicios de la ultraderecha, los que están enfrentando los recortes presupuestales a los sectores sociales, educativo, cultural y es la base social de transformación de este país.
Yo creo que esa base, esa masa crítica que hay es la que hace posible pensar que se puede cambiar este país, más allá de si hay un grupo bien armado, bien desarrollado en lo intelectual, con capacidad militar, etcétera o con capacidad social y político-militar, creo que lo vimos en Oaxaca, que es uno de los movimientos que condensa la experiencia social, política y armada en un proceso social y que los grupos armados que intentaron actuar por la vía armada tuvieron que replegarse porque fueron cuestionados por el mismo movimiento y porque además estaban poniendo en riesgo al movimiento.
Entonces, es muy importante creo esta reflexión a la que contribuye Salvador Castañeda y yo le agregaría, él le llama “La negación del número”, yo a veces pienso que también hay un poco de negación de la realidad, y creo que no sólo no es privativa de los grupos armados, en realidad es privativa de la izquierda partidaria y de la izquierda en general que se niegan a reconocer la realidad a veces y se imponen los dogmas, se imponen las ideas preconcebidas y luego terminan los movimientos sin salida o se terminan como muchas historias de las que narra en su libro o de otras experiencias sociales de lucha abierta que también terminan mal.
Las derrotas o las experiencias de fracasos no son privativas de un sector exclusivo, también son de la izquierda política, de la izquierda electoral. El 2 de julio hay que verlo también a la luz de diferentes cristales para saber cuál es la responsabilidad de la izquierda en el fraude, en el sentido de que no sea responsable del fraude sino de no tener la capacidad de impedir el fraude electoral y que hoy pone en riesgo, como lo decía, la vía pacífica de transformación social.
Quisiera terminar diciendo que la vigencia de las ideas fuerza de la izquierda siguen siendo vigentes, es decir la emancipación social sigue siendo una idea importante seguirla planteando y profundizando. El cambio de las relaciones económicas, el cambio del sistema económico sigue siendo más que nunca vigente. Vemos la guerra de Irak, vemos la invasión en Afganistán, vemos la posible guerra en Irán, es parte del capitalismo; pero también vemos la guerra económica en nuestros pueblos, en nuestros barrios, donde se está sustrayendo ya la posibilidad de sobrevivencia de la población en manos de los monopolios.
Tenemos que responder a toda una complejidad económica, social y política que requiere de nuevas herramientas y nuestros instrumentos de organización y también de nuevas herramientas conceptuales. En ese sentido, creo que la lucha por la igualdad social, por la democracia radical, social, la democracia económica y política siguen siendo las banderas de la izquierda que la hacen no sólo posible sino que la obligan a pensar y profundizar sobre estas ideas y sobre sus experiencias pasadas y presentes.
En ese sentido, felicito a las organizadores, felicito a la Asamblea Legislativa porque también demuestra que la construcción de las nuevas instituciones que necesita este país también se puede hacer apropiándose de las instituciones actuales y darles otro sentido. En este auditorio le estamos dando otro sentido a una institución que por momentos aunque tiene una mayoría de izquierda política sigue representando en su forma de hacer política, en su forma de legislar las viejas formas de hacer política y las formas autoritarias, eso hay que decirlo porque si no, no vamos a cambiar las formas de fondo.
Lo mismo que se les criticaba a los dirigentes de los partidos de izquierda más radicales en los años 70, a los grupos guerrilleros la estructura vertical de decisión hoy lo vivimos, si no preguntemos a quien rinden cuentas nuestros dirigentes, diputados y gobernadores, más allá de las formas en términos reales.
Creo que esta reflexión de los movimientos armados habla de que no podemos dejar de lado en esta recapitulación de la izquierda a nadie y que no es una historia de buenos o malos, es una historia de hechos, de responsabilidades y de sacar experiencias de toda esta lucha y sobre todo, con esto quiero concluir, lo más importante reivindicar el carácter de luchadores sociales de todos los guerrilleros, que eso es algo muy importante que el régimen autoritario les negó, los volvió gavilleros, los volvió delincuentes, los volvió terroristas ya cuando les concedió un poco más de estatus, pero son luchadores sociales y en todo caso discutamos los métodos para la transformación social y no descartemos ninguno.
Yo no quise abordar las tesis críticas de Salvador en el libro, que son muy interesantes porque son muy polémicas y como son todos los temas yo creo que es muy importante reflexionar la experiencia del EZLN, que de alguna manera vino a renovar el discurso no por los conceptos mismos sino porque llegó en un momento en el que la derrota autoasumida de muchos sectores de la izquierda, después de la caída del Muro de Berlín y de que ya era imposible luchar por el socialismo, tuvo una réplica social inevitable, además incontestable en ese sentido y que ayudó al país a ampliar su idea de nación.
El hecho de que hoy pensemos que los pueblos indígenas no pueden ser olvidados, que tienen que ser parte integrante del país, que sus derechos de autonomía y sus derechos políticos, económicos y culturales deben estar no sólo garantizados en la Constitución sino deben estar garantizados en la realidad, es un logro de los pueblos indígenas rebeldes de Chiapas y que se agruparon en el EZLN.
Entonces, tenemos que reconocer los avances logrados a través de la experiencia social, política armada de los diferentes grupos y experiencias, y abonar en esta idea de que la violencia a veces no es una elección, la violencia es ahora uno de los elementos centrales del dominio económico y político del capitalismo, y discutamos cuál es la vía para enfrentarla después de los ataques del 11 de septiembre, después de que se instala el discurso antiterrorista como parte de la política de seguridad nacional en todos los países, y que justifica no sólo la guerra sucia, justifica la guerra de exterminio, realmente todavía mucho más terrible, que ya fue muy terrible, de los años 60 y 70.
Entonces, yo creo que es importantísimo el no quedarnos sólo en este homenaje sino darle continuidad a este debate e invitar a todos los actores de la izquierda a darlo.
Creo que el libro de Salvador Castañeda al resumir diferentes experiencias que obligaron a jóvenes o trabajadores o campesinos o indígenas que lucharon por la vía pacífica, que dieron todas las batallas, legales, dieron todas las batallas cívicas, que les cerraron las puertas y los reprimieron y optaron por una vía armada, esta experiencia sigue siendo vigente para muchos sectores.
Entonces, discutamos con base, como invita Salvador Castañeda, a hacerlo contrastándolo con la realidad y con las posibilidades, las fuerzas y las capacidades que tengamos.
Muchas gracias.

EL C. MODERADOR.- Agradecemos el comentario del periodista Jesús Ramírez Cuevas.
Damos la bienvenida al diputado Avelino Méndez Rangel, Presidente de la Comisión de Desarrollo Rural de la Asamblea Legislativa y con quien el Centro de Investigaciones Rubén Jaramillo es coorganizador de este homenaje.
El profesor Avelino Méndez Rangel me ha pedido, para no interrumpir los comentarios del libro de Salvador y de Fernando, dirigir sus palabras al final de los comentarios de estos libros.
Entonces damos la palabra al profesor Carlos Salcedo.

EL C. PROFESOR CARLOS SALCEDO.- Gracias, buenas tardes.
Me da gusto que llevemos a cabo esta reunión. Me decía José Luis antes de empezar “creo que nuevamente será una reunión entre familia”, y qué bueno, qué bueno porque creo que de ahí debe de partir la crítica.
El tiempo, que es uno de los aspectos que maneja Salvador en su Libro “La negación del número, la guerrilla en México 1965-1996, una aproximación crítica”, el tiempo tiene actualmente a principios del siglo XXI una connotación importantísima. El tiempo infinito, el tiempo que tiene medida pero en realidad no la tiene, que tiene múltiples vertientes que conforman el tiempo; y en este caso hablamos del tiempo de la guerrilla y sus características de la guerrilla.
Yo pienso que de inicio Salvador toca uno de los aspectos importantes, importantísimos de la Revolución en México, y hablo de la revolución en proceso, de la revolución por hacer, de la revolución iniciada, como lo dijo el compañero, desde hace mucho, y de la revolución que está en proceso.
Un tanto que criticábamos algunos compañeros, y ya no pluralizo, criticaba yo a aquella revolución interrumpida de Gilli y parece que el tiempo viene a demostrarnos que hay un largo camino, un largo tiempo.
El tiempo de la revolución, el tiempo de la revolución contra la voluntad de que la revolución se haga cuando yo quiero o cuando queremos o la revolución tiene su tiempo, tiene su momento, tiene su espacio y a veces esos tiempos y esos espacios no corresponden a la voluntad de los que participan, a veces los que participan corren más rápido o quieren correr más rápido o van más rápido, se precipitan; y la realidad en nuestro país ha sido que se da una diferencia, se dan dos polos o tres o muchos, porque eso nos demuestra también el tiempo, que no sólo es un sentido, son muchos sentidos, no sólo tiene una vertiente, tiene muchas vertientes.
Entonces en un momento determinado se dice si será una sola forma u otra forma, un camino u otro camino, en realidad cuando hay varios caminos, hay varias rutas.
Vuelvo al libro de Salvador porque me parece importantísimo. Para los ex guerrilleros es sumamente importante, yo pienso que es la última llamada a la teoría, porque ya estamos hablando de aquellos sucesos de 20, de 30 años, y con los 20 ó 30 que traían, 60, y compañeros, ya nos vamos acercando a esa media peligrosa del tiempo, volvemos al tiempo.
Yo pienso que el tiempo, de esas grandes vertientes que tiene el tiempo, uno importante es la historia, el tiempo es historia, y aquí estamos hablando de esa historia que nos permita sacar la claridad para hacer la revolución. La revolución que desde mi punto de vista y para no involucrar a Salvador, nos está esperando o está esperando, porque también creo que la revolución no espera, está esperando.
Este aspecto histórico de la guerrilla, y no sólo la guerrilla, de los movimientos sociales de los años 60 y 70, creo que es importantísimo sacar una serie de conclusiones, como también decía el compañero periodista, muy polémicos, claro sí, muy polémicos, lástima que no pueda yo polemizar con Salvador porque estoy de acuerdo. Pocas cosas tengo en desacuerdo, pero sí es cierto, muchas de sus afirmaciones pueden hacer escozor y ojalá salga la discusión, ojalá se presenten las diferencias para empezar a hablar.
Yo estoy de acuerdo con el libro de Salvador y estoy de acuerdo con la mayoría de las tesis.
Actualmente me parece difícil, aunque desde luego hay posiciones, pero estoy totalmente de acuerdo en que el movimiento en lo fundamental adoleció de una serie de aspectos o una característica que es el espontaneismo, la prisa, el aventurerismo, la falta del análisis de la situación concreta para ligarla precisamente con los grandes elementos de la realidad, de la realidad en su conjunto, de lo particular a lo general. Yo estoy de acuerdo y el tiempo nos está pidiendo este aspecto.
Voy a hacer una afirmación que hace mucho le tenía yo miedo, ¿por qué?, porque nosotros somos producto de ese practicismo, somos producto de ese espontaneismo, y yo pienso que actualmente y fruto de que he visto, nos ha tocado estar en la universidad con jóvenes que toman realmente con entusiasmo el análisis, el estudio de esos movimientos sociales de aquel tiempo, como es en Filosofía y Letras en el área de historia, como es en el área de estas ciencias prácticas, ciencias pragmáticas.
Pero también creo que es el momento de incrementar este aspecto de los testimonios, de los análisis, de las vivencias, urge aumentar esto, y también se vuelve más importante actualmente de profundizar aún más, de ir más allá todavía de este aspecto de las ciencias prácticas, de las ciencias empíricas. Tenemos que abordar también problemas más en las ciencias generales, en las ciencias abstractas.
Sí, pienso que sobre todo es tiempos de teoría, porque ahí es donde vamos a encontrar la reflexión necesaria, porque pienso que ahí en esos años está la clave en la crítica, en la crítica que se inició aún en las mazmorras de aquel régimen, aún en la cárcel, en cuanto hubo condiciones de discutir, en condiciones difíciles, en condiciones difíciles porque todavía muy poco tolerantes a la crítica, porque hay que vencer también esas resistencias a la crítica porque muchas veces se discutió y se tenía temor, por qué no, de afirmar ciertas cosas porque muchas veces estábamos en asamblea o en reunión con las teas y el encendedor para quemar a los herejes; y todavía por ahí hay varios compañeros con teas, así es que yo espero que no hagan una fogata por ahí.
Pero sí quiero afirmar, y no lo afirma Salvador, sino que voy más allá de lo que está planteando Salvador porque es importantísimo la crítica, crítica iniciada en los, pues no me atrevería, en los sótanos de las policías o del ejército, pero sí ya en los sótanos o en las cloacas de Lecumberri. Ya se inició la discusión y se iniciaba el establecer una serie de principios, pero todavía dentro de estos aspectos empíricos, todavía dentro de estos aspectos del análisis de la experiencia concreta.
Son ya 20 años, 30 años, compañeros, en donde tenemos que profundizar, en donde ya no sólo es el espontaneismo, ya no sólo es el aventurerismo. Qué bueno, qué bueno que lo estamos sacando y qué bueno que hay que discutirlo.
Hay que ver, porque también es respetable el compañero que diga “no éramos espontáneos, no éramos practicistas”, sino también hay que ir más a fondo, como provocación, porque también hay compromisos de hacerlo, pero como elemento tenemos que profundizar también el aspecto empírico, éramos del empirismo en el sentido filosófico.
Que aquí se concreta muy bien dentro de estos aspectos de la historia, de la antropología y demás ciencias pragmáticas, pero tenemos que profundizar un poco más; el tiempo nos lo exige.
¿Por qué? Porque la esencia de la teoría revolucionaria está en la crítica y en la autocrítica, y no vamos a salir de cierto atolladero, es importante para la revolución contribuir y hablar y teorizar en el mejor sentido de la palabra, porque también está abierto aquí, ¿verdad?, qué entendemos por la teoría, pero estamos hablando aquí fundamentalmente de sacar el mejor provecho de los errores tenidos del movimiento.
También aquí es importantísimo, y esto lo podemos ver en la actualidad, en todo este largo periodo que analiza Salvador en el libro, también es muy importante porque tiene las mismas características, el movimiento amplio, el movimiento de masas de ese tiempo tiene las mismas características que la guerrilla, tiene el espontaneismo, el prontismo, la frustración.
En la Liga Comunista Espartaco, en Lacandones, continuamos haciendo un trabajo en los grandes sindicatos, ¿por qué?, porque la revolución la hacía la clase revolucionaria, y la clase revolucionaria eran los obreros; y los obreros siguen estando en las centrales, en las grandes centrales y más estaban en aquel entonces dominadas, dominadas por quién, todos sabemos por quién están dominadas las grandes centrales.
Ayer mismo en la casa me visitaron dos compañeros ferrocarrileros, Valente Irena y Rodríguez Coronado, Armando Rodríguez Coronado, que eran en aquel entonces miembros de los Lacandones y eran la base, algunos de los elementos de la base, porque teníamos un grupo fortísimo en Ferrocarriles, más o menos como de 8 elementos, eso sí, muy revolucionarios, de calidad, de calidad los compañeros.
Comentábamos todo este aspecto, lo difícil que era ir a dar doctrina socialista a la clase obrera, lo difícil. Había simpatía, nos protegían a muchos compañeros, aquí la compañera Yolanda muchas veces no la bajaron del camión, la protegían o incluso en el mismo centro de trabajo, en la Casa Redonda o en Pantaco, etcétera, había protección, incluso había compañeros que ni la conocían y mucho menos compañeros ferrocarrileros.
Pero no hay el paso, no hay el paso. Sigue habiendo por ahí una inasible ilusión del Pueblo de México, una ilusión en una serie de salidas, ayer lo comentaba con los ferrocarrileros, e incluso decíamos, porque ellos se preocupaban, dice “oye, creo que son como 20 millones los que están allá en Estados Unidos”, le digo “creo que sí, por lo menos me queda claro que no hay familia mexicana que no tenga un pariente allá”, y eso es una ilusión, eso es algo importante que hay que ver, ha sido una, si esos compañeros se quedan aquí, dicen “o jodidos o revolucionarios”, pues estaríamos yo creo que haciendo la revolución.
Ya no le pongo sello para que no prendan teas, pero sigo pensando que la revolución debe de ser socialista, por lo menos creo que sobre todo, y ahí viene precisamente lo que tenemos que discutir, tenemos que discutir aquí y en el mundo, tenemos que discutir la teoría revolucionaria, porque queda incuestionable, yo cada vez que lo leo y lo releo, soy de los pocos, sí, mírenme con extrañeza, que leo y releo a Marx y a extrañeza de algunos jóvenes que me conocen y dicen “qué estás leyendo”, “a Marx” y dicen “pues qué te pasa”.
Pero en el aspecto económico me sigue pareciendo una maravilla, a ver, ahí les echo, les echo el toro al mejor economista del mundo, que me diga si el trabajo no tiene esa esencia, si la mercancía no es mercancía, como la definió Marx. Es decir, yo pienso que tiene su valor.
Ahora, ahí viene la cuestión también, yo ya he generado fuertes dudas y tengo fuertes dudas en ese papel de las masas, que sí es tan determinante el aspecto económico o no. Vamos a discutirlo, porque estamos hablando precisamente de empirismo, de esa necesidad de ir más rápido que el tiempo., con todas las características, porque aquí se necesita tener un espíritu lo suficientemente abierto de discusión, de sacar las conclusiones.
Repito, pienso que las verdaderas líneas de la revolución vienen incluso de esas décadas, porque no sólo es la guerrilla, el movimiento o los movimientos de masas, los movimientos de los partidos de aquel entonces, tienen grandes enseñanzas y tienen las mismas características, aventurerismo, espontaneismo, frustración por el trabajo político en las masas y también una cosa que me parece maravillosa que señala en su libro Salvador es el aspecto de que construimos el brazo, el brazo armado o incluso la introducción de unas ciertas masas en el ambiente popular o en el ambiente, como es el caso por ejemplo que le pasó al buen amigo, al güero allá en Cuernavaca, Medranos, al güero Medranos, en ese movimiento popular tan característico que terminó en guerrilla, de un movimiento popular termina en guerrilla y terminan haciendo una serie de secuestros.
La crítica a los resultados de la voluntad es importantísimo, déjenme ponerme, porque ya los estaba apantallando, pero en realidad no leo, me faltan los lentes.
Por ejemplo era muy característico y en los espartaquistas nos pareció una maravilla, por ejemplo cuando Revueltas escribe “El proletariado sin cabeza”, nos pareció una maravilla la negación del partido de manera histórica y la necesidad de construir el verdadero partido proletario, el que se construía en el seno de la clase obrera.
Pero el libro, si mal no recuerdo, de 1964, más o menos, 63, 64, a la fecha, con todas la directrices, los socialistas no pudimos penetrar en esas décadas en la clase obrera, no se pudo liberar a la clase obrera de su control o del yugo que tenía de la burguesía. Una cosa es decir que la revolución descansa en la clase obrera y otra cosa es de que la clase obrera tome en sus manos ese aspecto.
Por eso mismo también el movimiento amplio, los compañeros que trabajaban con las masas, que trabajaban con los obreros, también adolecieron de mucha precipitación, también adolecieron de mucho espontaneismo y también cargan una gran frustración de no haber podido penetrar, con un gran esfuerzo, con mucha fuerza.
Ojalá y que para la discusión de estos temas nos deshagamos de uno de los aspectos que señala Salvador también en el libro, del que adolece la guerrilla, aunque agrego yo un poco más, no sólo la guerrilla, también el movimiento amplio adoleció de el dogmatismo. Abrirnos un poco de ese dogmatismo para poder discutir con toda la libertad, aunque vengan las palabras más duras que sean, más incendiarias, pero en busca precisamente de aclarar el camino, de sacar las conclusiones que permitan nuevamente ir vislumbrando realmente cuál y por dónde va el camino de la revolución.
Afortunadamente hay un aspecto que le he llamado yo la lucha por la cultura, en donde tenemos ya una buena cantidad de trabajos de los compañeros, de los observadores, de los simpatizantes y hasta de los no simpatizantes, le llamo yo la lucha de la cultura. La lucha de la cultura ya está nutridita.
Me congratulo de que Salvador sea uno de los que tiene una importante participación aquí en esta lucha de la cultura, porque va desde estos aspectos literarios importantísimos, como fue su primera novela, como estos trabajos ya también igualmente de importantes.
Entonces esa lucha de la cultura ya nos está dando una buena cantidad de libros, de estudios, de tesis muy importante. Debemos de volver a impulsar, de mantener que en las universidades, en las escuelas, se escriba eso, se escriba más, se estudie, se discuta; y en ese aspecto qué bueno, señalaba al principio, que estamos reunidos y que podemos expresar y discutir eso.
Yo pienso que hay que ser ahora más dirigidos a estos aspectos de discusión. Ojalá el libro ahora de Salvador levante ámpula, levante polémica y levante la posibilidad de poder discutir algunos de los términos que él aquí señala ciertamente polémicos.
Ya para terminar y no extenderme mucho, creo que incluso haciendo un poco más práctica de esta discusión, es la manera en como se puede ir elevando su nivel de pasar de lo empírico a aspectos más abstractos. No obstante que sé que, nuevamente les digo, habrá que discutir incluso cuál es el término de teoría, qué es el momento de la teoría, porque a veces la izquierda se ha pasado navegando en un terreno en donde va de un extremo a otro.
Antes éramos practicistas, pragmáticos, y ahora nos vamos al otro extremo, ahora a la teoría. No, no, la política es pragmática, el análisis es el que tiene que ser teórico.
Ojalá y podamos vencer ahora, como siempre debe de ser el deseo, la resistencia a la crítica y sobre todo también, porque pues venimos de caminos pragmáticos, ojalá y podamos vencer el rechazo a la teoría. La teoría no es mala, la teoría puede dar muchos elementos al camino revolucionario, la teoría no es panacea de nada, es simplemente una de esas vertientes como las que tiene el tiempo y que son muchas, múltiples.
Ojalá descubramos como ese aspecto maravilloso de la física cuántica, en donde de repente rompieron todos los cartabones porque resultó que la luz no era ni honda ni partícula, sino era las dos cosas.
Gracias, compañeros.
Me faltó algo que no quiero dejar pasar. Independientemente que suene a cebollazo al compañero, pero descubro en el libro, se los recomiendo, porque descubro en el libro que Salvador parece ser que ya no le tiene miedo al reto de la hoja blanca y en cuanto la ve se desliza con una facilidad del que monta a caballo.
Yo sí lo felicito a Salvador porque además de traer a polémica muchos aspectos, es un libro muy bien escrito, tiene un manejo maravilloso del adjetivo, en donde el adjetivo no corre gracioso u oportuno, oportunista, mejor dicho, a adornar simplemente una palabra sustantiva, sino parece ser que ha encontrado el camino de cómo cortar esas flores y acomodarlas correctamente, adecuadamente, en un ramillete que a mí me parece realmente maravilloso.
Felicidades, Salvador.
Gracias.

EL C. MODERADOR.- Damos las gracias al profesor Carlos Salcedo por este comentario al libro del compañero, del estimado compañero Salvador Castañeda “La negación del número”.
Creo, compañeros, como una especie de colofón, que podremos estar de acuerdo, bueno, que mucho se puede discutir de teoría revolucionaria y práctica revolucionaria, de la necesidad de la praxis, uniendo ambos aspectos, pero creo que de una cosa podemos estar de acuerdo, los 60 y los 70, los compañeros guerrilleros de esa época nos dejaron en mi opinión 3 enseñanzas fundamentales a las generaciones futuras: dignidad, ética y valor de enfrentarse a un gobierno todopoderoso; y creo que eso, eso es lo que hace mucha falta para construir el futuro.
Damos la palabra al doctor Alberto López Limón y a la compañera Elda Nevárez. Le pedimos a la compañera Elda Nevárez si puede subir al presidium y al doctor Alberto López Limón.
Le agradecemos a los compañeros, al ingeniero José Luis Moreno, Jesús Ramírez Cuevas y Carlos Salcedo, quienes comentaron la primera parte.
Está aquí el compañero Salvador Castañeda, le pedimos que pueda usted estar presente aquí en el presidium, compañero Salvador Castañeda. Sí, porque estamos comentando el libro de Salvador Castañeda y no hemos presentado a Salvador Castañeda.
Compañeros, el compañero Salvador Castañeda, autor del libro “La negación del número”, a quien le ofrecemos este aplauso y nos ha reunido aquí para escuchar los comentarios.
No sé, Salvador, si quieres comentar algo sobre tu propio libro, estás todavía a tiempo.

EL C. SALVADOR CASTAÑEDA.- Todo lo que quería decir está en esas páginas, no tengo nada más qué decir.

EL C. MODERADOR.- Muy bien. Creo que el mejor homenaje que podemos hacerle a los compañeros del MAR y al compañero Salvador Castañeda es leer el libro, comprarlo y leer el libro, creo que sería muy provechoso.
Compañeros y compañeras, para continuar con este homenaje, sentido homenaje, simbólico, sencillo como debe ser al Movimiento de Acción Revolucionaria, vamos a dar la palabra a dos comentaristas del libro “En las profundidades del MAR”, del compañero Fernando Pineda.
Qué emotivo que el compañero Fernando Pineda haya podido estar aquí con nosotros, teníamos un poquito la duda si alcanzaba a llegar, le damos la bienvenida.
Compañeros, quiero recordar, antes de dar la palabra a los comentaristas de su libro, que con Fernando Pineda cuando la Fiscalía Especial para la Investigación de los Movimientos Sociales y Políticos del Pasado decía que no había pruebas, con el compañero Fernando Pineda y otros compañeros, como el compañero Marco Rascón, Osvaldo Cantú y otros compañeros nos decidimos entrar a la Dirección Federal de Seguridad y ahí uno de los compañeros más entusiastas, más firmes, más analísticos, porque nos metimos a la brava a las instalaciones de la Federal de Seguridad, que están ahí por el Monumento a la Revolución, recuerdo algunas palabras del compañero Fernando Pineda que decía: “Si dadas las 3:01 los medios de comunicación meten esta nota al aire ya no fuimos a la casa”.
Fue muy importante esa incursión a la Dirección Federal de Seguridad en la época de la Fiscalía porque ahí encontramos una gran cantidad de pruebas de todo lo que había sido la represión, todavía en ese negro edificio que está cerca al Monumento a la Revolución logramos encontrar varios documentos, inscripciones, que por cierto, Fernando, creo que hay un video que se logró hacer, ojalá y en otro momento lo podamos dar aquí para que todo mundo conozca cómo era ese edificio y los que entramos ahí qué se encontró. No sacamos nada porque sacar algo significaba un problema.
Para abordar el libro de “Las profundidades del MAR” de Fernando Pineda, aquí presente, damos la palabra al doctor Alberto López Limón y después a la compañera Elda Nabares, a propuesta de ella misma. Doctor.

EL DR. ALBERTO LÓPEZ LIMÓN.- A mí me tocó hacer un comentario con respecto al compañero Fernando Pineda, el libro se llama “En las profundidades del MAR” y lo subtitula “El oro no Llegó a Moscú”, que es uno de los grandes prejuicios que en esa época se manejaban, se creaban conspiraciones de subversivos que vendían el oro de Cuba o de la Unión Soviética.
El libro lo sacó el compañero hace unos cuantos años, es una desgracia que no haya una segunda edición ni que haya una mayor reproducción de este material. Es el primer libro que yo en lo particular conozco de la historia del MAR a nivel general.
Se hablaba del MAR, se hablaba de testimonios, se oía en las noticias diferentes cosas relacionadas con la organización, pero no había habido ninguna obra hasta este momento en que se publica por esta editorial de Plaza y Valdés, que hace un resumen, un análisis histórico y nos presenta a la organización no sólo desde que se funda y todo lo que va sucediendo ahí, hasta llegar al año de 1979, 1980.
La obra es muy amena, es un documento que yo en lo particular lo recomiendo ampliamente. El compañero nos va llevando de la mano, muy despacito como decimos, como en un viaje, nos va transcribiendo una historia muy complicada de una organización que se fue a entrenar al extranjero militarmente, que regresó de ese entrenamiento y que los servicios de seguridad jamás se dieron cuenta, que además atravesaron por el continente europeo en uno de los momentos en donde el espionaje y el contraespionaje estaban en toda su plenitud en la Guerra Fría.
Eso habla de una gran capacidad que se tenía, que tenían los compañeros en aquella época y también de la seriedad en que veían el compromiso que se habían echado a cuestas. Es una joven generación los compañeros que originan a la organización, al Movimiento de Acción Revolucionaria, que precisamente allá en la Unión Soviética, en la “Patricio Lumumba”, comienzan también a cuestionarse, allá en tan lejano país, empiezan a cuestionarse la necesidad de realizar algo práctico para transformar esta sociedad ante una serie de represiones que se venían dando en esos momentos.
Los compañeros en el 67 empiezan a establecer diferentes contactos, y no les voy a contar todo el cuento para que lean el libro, me parece que sería lo más interesante, ahí nos va a narrar el compañero muy amenamente cómo se dan las tres formas de los viajes que realizan los compañeros y nos va explicando cómo se va dando esta ida y regreso.
Posteriormente en los siguientes capítulos el compañero nos va a presentar una historia, si bien es bastante completa, después de leerla, porque este es un libro que se lee de una forma muy rápida, nos quedamos con muchas más ganas de querer conocer más.
El compañero deja un montonal de historia donde se puede rascar y se puede seguir trabajando, es un trabajo inicial muy importante, porque les digo por primera vez resume toda una trayectoria, una historia hasta 1979 de la organización; nos traza también algunas partes y algunas contradicciones que tenía la organización; nos presenta los principales lineamientos programáticos en aquella época, fundamentalmente antes de que caigan por primera vez los primeros contingentes de marinos a la cárcel; nos va a hablar de las condiciones de lo que es la sobrevivencia en las cárceles; nos va a hablar también de lo que hacen los compañeros afuera tratando de recomponer la organización; más adelante las relaciones que tienen con los diferentes grupos que van unificándose, primero con el Grupo 23 de Septiembre, posteriormente con La Partidaria; va hablando de parte del MAR; posteriormente va a hacer contacto con el profesor Lucio Cabañas allá en la sierra con la Brigada Campesina de Ajusticiamiento y nos va presentando y aclarando una serie de datos y eventos históricos poco conocidos y que son trascendentales para entender el movimiento armado.
Nos va a hablar también de la constitución un poco de la Liga Comunista, va nuevamente a retomar al MAR, que no se incorpora toda la gran mayoría de la gente que no se incorpora a la Liga Comunista, sigue desarrollándose el proyecto del MAR, y después nos va posteriormente a entrelazar con otras experiencias de intentos de focos revolucionarios por ejemplo en la sierra de Hidalgo.
Así va haciendo bastante amena la descripción histórica que va haciendo el compañero hasta llegar precisamente al 9 de abril de 1979 donde es detectada una casa de seguridad donde van a tener una reunión la dirección nacional de la organización, lamentablemente ahí la Brigada Blanca se apunta un diecesote, agarran a la mayor parte de la Dirección y caen en combate el compañero José Luis Martínez Pérez y el compañero Elí Santiago Muñoz.
Digamos cuáles son algunas limitantes del libro, o sea qué es lo que podría tener de limitantes el compañero. Primero, yo creo que fue el tiempo y que la complejidad de la organización es muchísimo más grande de lo que cada uno de los que vivimos o vivieron dentro de la organización conocía, una organización que por la necesidad del trabajo estaba muy compartimentada, que eso le permitió seguir sobreviviendo durante mucho tiempo y que hoy en día apenas se empieza a hacer una reflexión en torno a lo que era este proyecto del MAR.
Hay una parte importante que no se le pudo dotar al libro y yo en lo particular cuando me enteré que el compañero estaba haciendo libro ya no hubo posibilidad de acercarle, que era parte del archivo de la organización, que curiosamente por ahí se tenía, que se podía localizar pero para esas alturas ya casi estaba libro editado, o sea que era muy difícil haber podido presentar todo ese trabajo, esa documentación y reelaborar el libro.
De por sí también el compañero para sacar su libro tuvo que pasar muchas penalidades, que a lo mejor el compañero aborda, no fue fácil tampoco publicarlo, no tanto por alguna consigna sino por problemas que siempre existen en la mercadotecnia capitalista y que no hay fondos para este tipo de documentos, entonces es una gran limitación.
Yo sí quisiera nada más destacar una parte que sí me parece importante para una segunda edición crítica, que incluso yo le comentaba al compañero que urge, urge que la haga, que le dotemos de las herramientas, que lo apoyemos con lo que tengamos nosotros en lo particular para que él pueda rehacer esa parte de ese trabajo que él ya nos abordó, o sea no partir de la nada sino ya de lo que está hecho, y fundamentalmente viene siendo el cambio que tiene la organización en 1975 con la fundación de nuestros documentos internos, o sea la creación de la línea estratégica, lo de la línea táctica, los estatutos y todo lo de las medidas de seguridad que se aportan en esa etapa de definiciones, que se van a inaugurar los documentos nuevos en 1976, donde José Luis Martínez Pérez y Elí Santiago Muñoz tienen una gran importancia en su redacción, estos documentos por lo menos hasta 1985 van a tener la importancia fundamental de conducción de la organización. Esa es una parte muy importante.
Sí hay un poco de teoría dentro de la organización, pero sin embargo también ese voluntarismo y todo lo que se ha estado mencionando también lo existía, había mucho de esa entrega desinteresada por querer hacer las cosas y muchas veces no se razonaba tampoco mucho para realizar los trabajos.
Yo quisiera, para no cansar al público, seguir ampliamente recomendando el trabajo del compañero, es una obra muy fácil, digerible, se lee muy fácil, un lenguaje muy sencillo y bastante profundo lo que se habla.
Esperaríamos que pronto ojalá alguien se interesara para que el compañero pueda tener la oportunidad de hacer una segunda edición agregando toda una serie de cosas que ahí faltan.
Gracias.

EL C. MODERADOR.- Damos las gracias al doctor Alberto López Limón.
Damos la palabra a la compañera Elda Nevares para comentar el mismo libro del compañero Fernando Pineda. Elda.

LA C. ELBA NEVARES.- Buenas tardes, casi noches, a todos los presentes. Compañero Fernando.
Espero que mi comentario, más que un comentario es un halago al compañero, al esfuerzo del compañero porque indudablemente que ya el compañero Limón lo dijo, el escribir un libro sobre una organización clandestina que se regía por cánones y reglas de estricta compartimentación, con todo y el adolecer de algunas fallas en la disciplina, existía esa compartimentación, el desconocimiento de muchas áreas de trabajo, salvo en la que uno se insertaba, el desconocimiento de varios compañeros, es un esfuerzo encomiable e indudablemente que requiere de mucha disciplina de trabajo.
Me tocó compartir con el compañero Fernando un primer borrador hace ya tiempo y me consta el esfuerzo grande de recopilación que el compañero tuvo que hacer para reconstruir algunas partes fundamentales del libro.
El MAR ha tenido o tuvo diferentes etapas en su camino en esta lucha desde que se formó hasta la el entrenamiento por algunos de nosotros en la República Popular Democrática de Corea. La historia efectivamente es diferente, la formación del grupo no se da en el país incluso, Fernando lo cita, la formación del grupo se da en la URSS y entonces de ahí que el oro no venía de Moscú efectivamente, aunque los pioneros del grupo surgieron en la Universidad Patricio Lumumba.
Yo creo que el compañero Fernando hace una descripción de varios periodos del MAR, indudablemente que aquellos periodos que nosotros o que nos tocó vivir son los que manejamos con más soltura, con más seguridad, con mayor lujo de detalles e indudablemente que los que requirieron de un esfuerzo de recopilación, de trasladarse incluso a otros lugares del país, al Norte para platicar con compañeros esas descripciones son un poco más breves.
En este caso la época del MAR desde el momento en que el grupo de los compañeros, la dirección en pleno cae, el MAR tiene dos ramas, una en la prisión, ahí se continúa, ahí hay conflictos, ahí hay desavenencias y hay, sigue habiendo por parte de los compañeros una práctica revolucionaria al interior de la prisión con todo lo que eso implica, y los que quedamos fuera estamos en el momento de la reconstrucción primero de rehacer una dirección, de reflexionar en el rumbo, incluso a seguir, y también los que quedamos fuera tenemos momentos diversos a partir de ese instante en que nos vemos involucrados en contra de nuestra voluntad a rehacer, y digo en contra de nuestra voluntad porque hubiéramos querido que los compañeros estuvieran con nosotros el resto del camino, y de pronto nos vemos sin una dirección nacional. Esto no fue fácil y se advierte en los comentarios, en alguna descripción de Fernando Pineda, pero habría mucho todavía que agregar.
De hecho cada descripción del libro de Pineda daría lugar para un libro nuevo, así de rica, así de sustanciosa es la actividad revolucionaria de ese momento y así de rica y de sustanciosa es la actividad de los que quedaron, de los que quedamos fuera y de los que quedaron o estuvieron en prisión.
Los que quedamos fuera recorrimos un largo camino de reflexión. Por más que debo de admitir que las críticas que aquí se han vertido son reales, son ciertas en cuanto a la falta de análisis, de preparación, etcétera, de todas maneras también hay que admitir que nosotros recorrimos un arduo camino de revisión de la política, de revisión de la práctica del MAR y fuimos cambiando las tácticas del momento sin dejar de pensar en la lucha armada como medio para la liberación y sin dejar de pensar en que el socialismo era la última o la etapa ideal del camino avalamos en su momento de manera táctica la posibilidad en este país de una revolución democrática.
Esto nos llevó muchos momentos de reflexión, de revisión de otras experiencias, de retomar el camino de la revolución democrática coreana e indudablemente que todo esto es muy difícil de plasmar en una historia breve, porque la verdad es que es un libro breve para todo lo que se tenga que contar.
Entonces, yo hago, por lo tanto lo digo nuevamente, Fernando, un reconocimiento enorme a ese trabajo complejo, de mucha disciplina y de mucho esfuerzo por la falta de recursos, por las limitaciones mismas del tiempo y por las limitaciones propias de una organización compartimentada.
Vuelvo a decir, es un esfuerzo en el que de momento para mí no vale la pena enfrascarse en cosas que puedo estar o no de acuerdo. Yo creo que los acuerdos y desacuerdos son momentos para una reflexión más profunda y además tendrán una razón de ser.
Si nos ponemos a discutir de nuestros desacuerdos será porque estamos dispuestos no a estar en la inmovilidad contemplativa sino a seguir adelante en este camino. Desde ese momento hacer observaciones de acuerdo, hacer observaciones de divergencias, discutirlas y analizarlas será fructífero, si no, no tendría caso.
Lo único que a mí me resta pues es avalar este esfuerzo, seguir este ejemplo, que de hecho nos ha servido el ejemplo del compañero Fernando, del compañero Castañeda, para que algunas de nosotras hagamos pequeños pasitos en la redacción de algunas memorias que tenemos por ahí pendientes; algunas ya hemos hecho un esfuerzo, lo estuvimos compartiendo con Salvador Castañeda en un taller, que luego se vio truncado por falta de tiempo, no por falta de ganas, pero le hemos seguido.
Esperamos que estos pequeños pasos que hemos dado podamos ponerlos a consideración del maestro Castañeda, maestro en este sentido más amplio de la palabra y de la enseñanza de la redacción, lo poco que pudimos captar de él esperamos poderlo, haberlo puesto ya en práctica y queremos tener la oportunidad de ponerlo a consideración de él y también, por qué no, del compañero Fernando que ha hecho un gran esfuerzo de redacción.
Solamente y para terminar, Fernando, yo tengo dos observaciones: una, la omisión de algún nombre que considero que es importante, ya después lo platicaremos más detenidamente y, dos, el libro es ameno pero creo que te quedaste corto, Fernando, te quedaste corto porque yo quiero retomar una observación que te hizo alguien en la presentación de tu libro, una observación con la que yo me identifiqué plenamente, de que tú eres un ameno conversador, la conversación contigo realmente constituye una experiencia invaluable, entonces en el libro te quedas corte, y en la observación te dijeron en ese momento: “Fernando, debiste de haberte esforzado más por escribir como hablas, como dices las cosas”. Esa es la observación que yo te quiero hacer.
El libro es ameno, el libro es interesante indudablemente, el libro aporta experiencia indudablemente, el libro es digno de leerse por la riqueza de su contenido, pero también es digno de leerse por la forma en que está escrito, pero esa amenidad que tiene el libro se queda a la mitad con la amenidad que tiene Fernando para relatar verbalmente las cosas.
Sabemos que para nadie es fácil escribir lo que dice, pero Fernando, en la próxima haces esfuerzo de ser tan ameno en el libro como lo eres en la plática, en la conversación y esto no va en detrimento para nada de tu obra. Es para mí un honor comentarlo, decirlo y alabarlo en todo lo que vale.

EL C. MODERADOR.- Compañeras y compañeros, a continuación el diputado Avelino Méndez Rangel, Presidente de la Comisión de Desarrollo Rural, y como decía yo hace rato organizador con el Centro de Investigaciones Históricas de los Movimientos Sociales, Rubén Jaramillo Menes, de este homenaje dará unas palabras, posteriormente si hubiera alguna pregunta para hacer una breve ronda, muy breve ronda de respuestas y pasar a la fase de las semblanzas de los compañeros caído en combate, de los compañeros desaparecidos, para que el homenaje en este primer día concluya con la semblanza.
Profesor Avelino Méndez Rangel.

EL C. DIPUTADO AVELINO MÉNDEZ RANGEL.- Muy buenas tardes a todos y a todas por asistir a este muy modesto homenaje al Movimiento de Acción Revolucionaria, un modesto homenaje a bandoleros, forajidos, pandilleros, asaltantes, facinerosos, conspiradores, revoltosos, alborotadores, gavilleros, rateros, agitadores, entre otros adjetivos que les aplicaron en su época, con su respectivo femenino, efectivamente con su respectivo femenino.
Cuando a mí me presentaron la idea de hacer este homenaje fue inmediata mi respuesta, “sí”, sí y me di la oportunidad de proponer algo que fue una frase de Winston Churchill en la Segunda Guerra Mundial: “Nunca tantos debieron tanto a tan poco”.
Para mí es algo que de verdad siento, que esa etapa que los hoy presentes autores, con los que tengo el honor de compartir la mesa, Salvador Castañeda y Fernando Pineda, están abriendo camino, están dando luz sobre esa etapa oscura, esos años 60, esos años 70 de la guerra sucia que poco está estudiada y que debería estudiarse más, nos están dando luz, nos están dando camino para aclarar qué pasó en esa época, qué sucedió con esa gran inconformidad social que se transformó en movimiento guerrillero.
Lo que aquí se dice, “que sin memoria no hay futuro”, es lo que estamos haciendo y yo agregaría, “pero no con nostalgia de derrota, de ya pasó”, es una recuperación de memoria que nos debe de llevar a plantear acciones de difusión de este pensamiento, de esta forma de ver la vida, de esta forma de hacer política para continuar con la transformación democrática de nuestro país. Aquél entonces era la vía electoral a la vía armada. Hoy estamos, como ya lo mencionaban algunos de ustedes, por la circunstancias especificas que vive nuestro país, la gran pobreza que hay, la desigualdad, seguimos en esa disyuntiva.
Los movimientos guerrilleros están presentes, nadie lo puede negar. El Movimiento Electoral está presente, seguimos en una disyuntiva, en un país que tiene a la mitad de su población sumida en la pobreza y las estadísticas oficiales hablando de 20 millones de mexicanos, sumidos en la extrema pobreza.
Para mí es de verdad, les reitero, es un honor estar con ustedes, ustedes que tomaron las armas y ustedas, si no me regaña aquí la compañera, hombres y mujeres que tomaron las armas.
Yo les comentaba aquí a los compañeros con los platicamos en este espacio, que yo recuerdo vagamente por ahí de los años 70 las notas en los periódicos, vagamente, era un estudiante no mucho más joven que ustedes pero todavía estudiante, pero recuerdo que esas notas periodísticas generalmente aparecidas en la nota roja, a muchos nos influyeron; nos influyeron para participar en la política ¿qué tanto? No se los podría decir, pero sí recuerdo vagamente que veía los periódicos de las balaceras que se daban en la ciudad de México y en otros lugares del país y decía, bueno, ¿qué está pasando?
La generación de esa inquietud hoy nos tiene o nos llevó desde hace 20 tantos años cuando todavía era joven a incursionar en la actividad política, de ahí la necesidad, la obligación de que esta memoria se recupere y que esta memoria se convierta en acción.
Necesitamos continuar por este camino de reflexión, ustedes lo han dicho, ustedes son dignos representantes de esa forma de hacer política, de reflexionar, de analizar; hoy la política es otra cosa, muy pragmática, muy ¿cómo le podríamos llamar?, hace un rato nos estaba dando hasta con la cubeta aquí el periodista que se fue, es diferente, no quiero ponerle adjetivos, pero entonces con esto quiero terminar esta intervención de mi parte y agradeciéndoles en infinito esa influencia que ejercieron sobre muchos de nosotros y su presencia en esta lugar.
Muchísimas gracias.

EL C. MODERADOR.- Compañeras y compañeros: Estamos en la fase de preguntas y respuestas, si alguien quisiera formular alguna pregunta, están aquí los dos autores de los libros, están los compañeros comentaristas. Sí, compañero. Si pueden acercarse los que deseen y pediríamos que sea breve la pregunta para que podamos escuchar más de los autores. Gracias.
PREGUNTA.- Una pregunta es, dicen en las escuelas que nuestro país se convulsiona cada 20 años y se moderniza cada 100 años, yo quisiera ver en si de la opinión de ustedes como personas que militaron, reaccionaron y sintieron, pero más que nada supieron entender las necesidades del pueblo.
Yo viví un movimiento pequeño en 1968 la matanza de los estudiantes en la Escuela Nacional de Maestros, yo era parte del grupo de primaria, de primer año, entonces realmente fue un movimiento que me caló mucho; es por eso como dicen ustedes uno despierta a través del tiempo y aunque uno no quisiera ser político, uno lo es por sobrevivencia también.
Entonces, quisiera que me mencionara alguna persona acerca de los movimientos que impulsan a que la nacionalidad latinoamericana surja cada 20 y cada 100 años.
EL C. MODERADOR.- Muy amable. Muy buena pregunta. Compañero.
PREGUNTA.—Más que una pregunta una felicitación a Avelino Méndez, diputado, por hacer este tipo de eventos, porque dentro del Partido no se hacen y, bueno, en ese sentido más que la nostalgia, implica una reflexión.
Alguna cosa que la compañera mencionó y no lo dijo claramente, se dijo muy ligero o muy a la ligera la cuestión de que había un aventurerismo, había una prisa, no había teoría, las cosas se hicieron más por voluntad; yo no estoy de acuerdo en eso.
Hace falta una persona, aquí me hubiera gustado que hubieran invitado a Fabricio Gómez Souza, en las elecciones del Rider lo citan como el espía, es un libro que sacan Selecciones del Rider lo citan como uno de los espías más famosos y fue uno de los dirigentes.
Fabricio se preparó, hasta donde yo lo ubiqué. Algunos militamos dentro del Movimiento Obrero y realmente habría preparación. Comentaba con mi compadre Ramón Costa y había círculos de estudio, los que militábamos en aquélla época había escuelas de formación y no eran priístas,
Yo quisiera señalar que el contexto que señalan, es un contexto muy liviano y hace falta una discusión más profunda. Primero, estaba la Revolución Cubana y la Revolución Cubana dio paso a una guerrilla, a los movimientos guerrilleros en México de mediados de los 60 donde estuvo Víctor Rico Galán, pero un foco, ahí estaba la revolución, después estuvo la masacre del 68, a lo que se refiere el compañero fue el 10 de junio de 1961, de la cual yo también estuve en eso y soy hijo del 68; y lo del 68 hay una cerrazón del sistema; o sea, hay que tener en cuenta que el haber hecho una reunión de ese tipo en 1974, 75, 76 ahorita estuviéramos en el bote todos y no es de mentiritas, era de a de veras y otra caso que también tuvieron que luchar tanto los movimientos guerrilleros, que no todos fueron marxistas, hay que aclarar eso; o sea, no todos tuvieron una connotación marxista, también había una lucha contra las direcciones estalinistas.
Aquí por ejemplo el Partido Comunista desapareció su juventud comunista porque muchos de ellos brincaron a la guerrilla y eso no le gustó al Partido Comunista y los que viene de la guerrilla supieron los obstáculos que puso el Partido Comunista para que se diera esto y eso era luchar contra la Unión Soviética, contra la Dirección Estalinista.
Entonces, en ese sentido los movimientos guerrilleros y las corrientes revolucionarias, destaco el frente socialista, la Organización Comunitas Proletaria, los Trosquistas que hicieron giros a la industria, no solamente la guerrilla, estaban en contra de la Dirección Estalinista y trataron de abrir nuevas vías y nuevos desarrollos teoréticos, ahí está el propio Víctor Rico Galán, está Revueltas, y hay un conjunto de personajes de teóricos desconocidos que están ahí y si algo hubo en esa época fue discusión.
El problema es que dentro del Marxismo había una determinismo y esto lo han señalado algunos teóricos europeos cómo desde la época de Federico Enguels había un determinismo en términos de que íbamos al triunfo.
Entonces, nada más señalar eso, porque la guerrilla no fue nada más así impreparada y una cosa muy importante: “sin memoria no hay futuro” y hoy el país, el diputado lo señalaba, se debate no en términos electorales, sino en reforma o revolución y el problema es que hoy en día vuelve a plantearse por el descontento una situación en que el PRD no tiene programa, no tenemos muchas cosas que ofrecerle a la población y que en ese sentido hay que replantear cosas, que ya Saucedo los dijo.
EL C. MODERADOR.- Le agradecemos. Compañero y luego sigue la compañera. Insistimos en lo de que las preguntas, los comentarios sean breves para poder escuchar más a los autores del libro, que es importante.

PREGUNTA.—Claro que sí, compañero. Yo creo que en este momento va a ser una sorpresa para cada uno de ustedes, aquí hay muchos compañeros que me conocen. Yo soy Salvador Gaytán Aguirre.

Efectivamente, vengo dándome cuenta de todo lo que se está hablando ahorita y yo estoy de acuerdo con lo que el compañero acaba de decir, el movimiento guerrillero de 1960 no está en dirección como el 23 de septiembre tuvo un personal bastante capacitado parea revisar todo el proceso de la pobreza en el mundo. Nuestros compañeros eran: Arturo Gámiz, Pablo Gómez, Miguel Quiñónez y los hermanos Gaytán. Fue un Movimiento que efectivamente si en algún momento fracasamos en lo militar, pero yo estoy, que aquí estamos presentes, yo soy uno de los compañeros sobrevivientes que empecé la lucha y ahí en esos hogares se vieron los talleres de vocación y como todo acabamos de andar un largo camino para recoger esa experiencias.
¿Qué necesitamos ahorita? Recoger esa experiencia de ese movimiento revolucionario de 1960, agarrarlo desde sus raíces porque luchamos 15 años como miembros políticos en organizaciones agrarias y obreras y en el movimiento magisterial.
Creo que hay suficiente material para enriquecer ese libro, que me parece que es muy importante para el movimiento revolucionario en México. Gracias.
EL C. MODERADOR.- Gracias, compañero.
PREGUNTA.-- Yo nada más para hacer la observación que de hablar de carencias teóricas y de huecos en la teoría revolucionaria, es un lugar común y siempre podremos decir eso, siempre; siempre podremos decir falta análisis, siempre podremos decir falta teoría y sin embargo aquí yo creo que un elemento que no se ha analizado es que nadie dice si hubo las condiciones o no hubo las condiciones porque quién sabe mezclar bien esa sopa, yo creo que ese es un caldo difícil de servir y difícil de tragar.
Yo creo que lo que abundó es contrarrevolución y de eso no se ha hablado aquí, abundaron los movimientos y siguen abundando, el imperialismo es el objetivo de detener los procesos revolucionarios continentales y el mismo gobierno y todos los estados de toda Latinoamérica que han hecho este esfuerzo y que si hablamos tanto de nuestra autocrítica, yo como guerrillera no me siento ni ignorante ni me voy a poner nunca esa camisa de ignorante por lo más que lo poco que he sabido lo he ido aprendiendo poco a poco y de nunca le entré a teoría, discúlpenme pero ese es un lugar común, de ahí podemos machacarlo mil veces y yo estando en el extranjero, estando en Cuba o cuando estábamos en Italia teníamos contacto con los compañeros de los demás países latinoamericanos y nosotros como mexicanos nunca nos sentimos menos teóricamente de ninguno, con los que compartíamos la mesa o compartíamos las discusiones en aquellos países.
Yo creo que, ahí ésa es mi pregunta ¿qué pasó con los elementos contrarios a la revolución, de los cuales no he oído?

EL C. MODERADOR.- Daremos la palabra a quién de la mesa para responder...
LA C. .- Muy breve, compañeros. Yo creo que no es el lugar de análisis, se dicen 2, 3 detalles pero analizar no es momento, no es espacio.
Yo creo que el compañero que hizo uso de la palabra, no sé su nombre, a Salvador Gaytán lo ubico muy bien, el otro compañero que hace una serie de observaciones precisamente muy similares a las que hace Lourdes tiene razón y yo no digo con esto que no tenga usted razón, Salvador, lo que dijo nos caló, nos llegó, pero hay muchas cosas que no podemos en este momento profundizar.
Yo nada más sostengo lo mismo que dije en el comentario del libro de Fernando, si vamos a analizar y a dirimir y a poner sobre la mesa nuestras diferencias, va a ser en el momento en que estemos claros que no estamos en la contemplación de este país; en el momento que estamos claros que la experiencia revolucionaria sirve para el futuro, que rescatar a memoria sirve para el futuro, pero que entonces rescatar esta memoria implica un compromiso nuestro de seguir adelante, en ese momento yo estoy dispuesta a dirimir, a cuestionar, a analizar y a poner sobre la mesa una serie de situaciones, siempre y cuando no sirva para justificar una posible inacción; porque también para eso puede servir el análisis, la discusión para justificarnos en la inacción y yo ahí no le entro, a ese tipo de análisis no le entro, yo le entro al análisis que nos va a ayudar a seguir adelante, ya que es razonable este país no ha cambiado gran cosa, aún cuando es cierto que hace 30 años esta reunión no se hubiera dado. Cuatro discutiendo un asunto similar a éste, ya estaban en la cárcel, un grupo como éste olvídenlo, olvidémoslo; o sea, con todo y esto y con todo que consideramos que el país ha tenido sus cambios y su apertura no es suficiente, al contrario parece que estamos retorciendo considerablemente en la historia
Entonces, yo nada más quiero dejar asentado eso. Gracias.

EL C. MODERADOR.- Bien, compañeros. Fernando ¿quisiera comentar algo de las preguntas? Entonces, compañeras y compañeros, hay una parte de este homenaje, una segunda parte en este día 11 de abril y es una cuestión importante porque en la preparación de este homenaje se planteaban algunas semblanzas, no son todos los compañeros que deberíamos dar sus semblanzas, pero son los que se consideró que podrían ayudar a explicarnos un poco más estos acontecimientos de hace 28 años.
Entonces, en las semblanzas vamos a darle la palabra a la compañera Yolanda Calixto García, quien nos dará la semblanza de Austreberta Hilda Escobedo Caña, desparecida desde el 31 de diciembre de 1981. Por favor, compañera Yolanda. Pediríamos también que pase al presidium la compañera Fina de la Ros, la compañera Florencia Ruiz Mendoza.
Para decir que vive, porque la recordamos a la compañera Austreberta Hilda Escobedo Caña, desaparecida desde el 31 de diciembre de 1981 leerá la semblanza la compañera Yolanda Calixto García.

LA C. YOLANDA CALIXTO GARCÍA.- Buenas tardes, compañeros. Voy a dar lectura a una semblanza, un trabajo que hizo el doctor Alberto Guillermo López Limón sobre una pequeña biografía de la compañera Austreberta Hilda Escobedo Caña. De hecho la compañera tuve el honor de ser su alumna en muchos aspectos como militante político, de hecho ella fue mi responsable y de veras que el haberla conocido ha dejado una marca muy profunda en mi accionar político y que de hecho la seguimos recordando con mucho gusto.
Austreberta Hilda Escobedo Caña nace el 10 de marzo de 1958 en el Distrito Federal, es la tercera de doce hermanos, hija de Azela Caña de Escobedo y Mariano Escobedo Badillo.
Cabe mencionar que la mamá de Hilda todavía está participando en el Comité Eureka buscando a su hija. Su padre ya falleció hace algunos años, pero la familia hemos seguido manteniendo el contacto con ellos y están en la espera de encontrar a su hija.
Desde pequeña muestra un carácter decidido y apegado al padre; cursa el Jardín de Niños y la educación primaria en la Escuela Eva Sámano de López Mateos, ubicada dentro de las instalaciones del Campo Militar No. 1. Todos sus maestros la apreciaban y concluye sus estudios con muy buenas calificaciones.
Estudia la Secundaria en la Escuela Tecnológica Industrial No. 3 en la colonia Tacubaya, salé con título de Auxiliar de Contador, a su salida se hace merecedora a una beca y una carta de recomendación para trabajar en un empresa financiera de las calles de Mariano Escobedo, pero es rechazada por su corta edad, ya que contaba con 14 años.
Decide no interrumpir sus estudios, cursa la Escuela Vocacional en el Plantel No. 5 en Balderas y a partir de los 16 años comienza simultáneamente a trabajar y a estudiar.
Por las mañanas cursa la Vocacional y por las tardes se emplea como auxiliar de contador en una mueblería de Puente de Alvarado, esa situación se mantuvo hasta que cumplió los 17 años. Durante sus períodos vacacionales se inscribe en los cursos de natación del IMSS hasta llegar a ser promotora de cursos vacacionales.
Ingresa a la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional; posteriormente se incorpora al taller de Teatro El Tecolote, comienza a participar en el CLETA, se incorpora con una participación constante a las tareas artísticas y organizativas con los colonos de Milpa Alta. En el tiempo contribuye a la creación de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala, CEMPA.
Su compromiso al lado de los trabajadores, en particular con los campesinos e indígenas la hacen decidirse a optar por el sistema abierto, cuando se encuentra en el 6º Semestre de la Licenciatura de Economía.
En 1979 comienza a colaborar con diferentes organizaciones campesinas, entre las que sobresale su apoyo a la Organización Campesina Emiliano Zapata de la Comunidad Venustiano Carranza Chiapas.
A mediados de año apoya las actividades deportivas y culturales de la Telesecundaria El Molinito, Estado de México.
En junio de 1981 con Juan Carlos Mendoza Galoz funda la Escuela para Trabajadores Maestro Rafael Ramírez en la colonia Urbana Ixhuastepec, Xalostoc, Ecatepec, Estado de México; para esas fechas ya vive una relación matrimonial con Juan Carlos Mendoza Galoz y un acercamiento a las filas del Movimiento de Acción Revolucionaria.
En realidad se desconoce con exactitud la fecha de su detención desaparición, aunque formalmente se cree que el 31 de diciembre de 1981, un día después de la detención de los profesores Juan Carlos Mendoza Galoz y Ezequiel Reyes Carrillo, fue detenida desaparecida por la Dirección Federal de Seguridad o por la Brigada Blanca, ambas fuerzas comandadas por Miguel Naza Haro. Existe la versión de que probablemente en un primer momento pudo ponerse a resguardo refugiándose con otros militantes o simpatizantes; sin embargo, entre 1 ó 2 semanas después de la caída de Juan Carlos, gracias a la tortura Ezequiel Reyes entregó, entre otras cosas, la casa en que se refugiaban.
De ser cierto entonces existen más personas detenidas desparecidas, la cuales hasta la fecha por las condiciones existentes de la clandestinidad se desconoce.
Austreberta Hilda fue vista con vida años después en diciembre de 1983 y en noviembre de 1984. Presos políticos detenidos por esas fechas después de obtener su libertad, confirmaron su presencia durante las brutales sesiones de tortura a las que fueron sometidos.
Los policías torturadores trataban de involucrarla como lo intentaron hacer con los demás presos en actividades subversivas.,
Les comentaba un poco de la experiencia personal que tuve en el trato con Hilda, la compañera era una gente con una disciplina tremenda, con la exigencia precisamente para el estudio bastante fuerte, porque nosotros en estos círculos de estudio, porque todos teníamos que tener el estudio, la teoría y la práctica conjuntamente, era de exigir ciertos objetivos, tanto en la cuestión de la actividad política, como en la cuestión del estudio y la verdad muchas de las compañeras que han sido detenidas desaparecidas tenemos que darles un gran homenaje porque la resistencia que han de haber mantenido para lograr sus ideales, no la debemos de olvidar.
EL C. MODERADOR.- Damos las gracias a la compañera Yolanda Calixto García por esta semblanza de la compañera Austreberta Hilda Escobedo Caña y a continuación la compañera Elda Nevarez nos dará la semblanza de Elín Santiago Muñoz, muerto en combate el 9 de abril de 1979.

LA C. ELDA MUÑOZ.- Primeramente gracias a los compañeros integrantes del Centro de Investigaciones Históricas de los Movimientos Sociales Rubén Jaramillo, gracias a los integrantes de esta Asamblea Legislativa del Distrito Federal que se han ocupado de organizar este evento junto con los compañeros del Centro de Investigaciones y un reconocimiento a todos los presentes, sobre todo, Salvador Gaytán, no sabe usted lo importante fue para muchos de nosotros el movimiento de Madera, lo definitorio para lo que habríamos de abrazar en el futuro respecto al Movimiento de Liberación de nuestro país.

EL C. MODERADOR.- Damos gracias a la compañera Yolanda Calixto García por esta semblanza de la compañera Austreberta Hilda Escobedo Caña.
A continuación la compañera Elda Nevarez nos dará la semblanza de Luis Santiago Muñoz, muerto en combate el 9 de abril de 1979.

LA C. ELDA NEVAREZ.- Primeramente gracias a los compañeros integrantes del Centro de Investigaciones Históricas de los Movimientos Sociales Rubén Jaramillo, gracias a los integrantes de esta Asamblea Legislativa del Distrito Federal que se han ocupado de organizar este evento junto con los compañeros del Centro de Investigaciones y un reconocimiento a todos los presentes, sobre todo Salvador Gaytán no sabe usted lo importante que fue para muchos de nosotros el Movimiento de Madera, lo definitorio para lo que habríamos de abrazar en el futuro respecto al Movimiento de Liberación de nuestro país y también un reconocimiento a la nueva generación, a nuestros hijos que están aquí presentes, está el hijo de Salvador, la hija de Edna y de Gustavo, los hijos de Yola, mi hija y, bueno, un reconocimiento a esta nueva generación.
Quiero aclarar que cuando en la semblanza que a continuación voy a leer, me refiero a mi hija, me refiero a Alba Victoria Santiago Nevarez que está presente, hija común con el compañero Elín Santiago.

9 de abril de 2007, a 28 años de distancia en el tiempo, mes de abril, en la ciudad de Torreón, Coahuila los aún integrantes del MAR en la clandestinidad preparábamos una reunión, teníamos varias cosas que discutir y decidir, el Movimiento Social estaba en ascenso, compañeros nuestros estaban inmersos en él ¿qué seguía; podíamos seguir orientado ese movimiento; hacia dónde? –esto como inicio de que sí se hacían análisis y de si reflexionamos, tal vez no lo suficiente, pero se hacía un gran esfuerzo-, se requería así mismo un órgano de difusión ¿cuál sería su contenido; cómo se abordarían algunos aspectos formativos?
acerca de estos y otros asuntos queríamos emitir nuestra opinión, por lo que desde el domingo 8 de abril ya estaban en esa ciudad de Torreón, Coahuila los compañeros Armando Gaytán y José Luis Martínez, en cuanto a mí y a mi compañero Elín, ya teníamos tiempo de radicar en la ciudad, pero la reunión se había pospuesto, ya que uno de los compañeros procedentes de Michoacán no se había presentado.
Lunes 9 de abril de 1979. A primeras horas de la mañana Elín y José Luis se trasladan a la casa de los compañeros Humberto Zazueta y Bertha Alicia López, con el fin de saber si ya se tenían noticias del compañero ausente.
Por mi parte después de dejar a mi hija de dos y meses y medio de edad en su cuna y sintiéndome tranquila en cuanto al cuidado de mi hijo de 4 años, ya que éste se encontraba en casa de mis padres, me dispuse a concluir con la redacción de algunas ideas acerca de los puntos que veríamos en la reunión.
A eso de las 11 de la mañana encontrándome sentada en la mesa del comedor escuché o más bien sentí cómo una ráfaga de metralla penetraba por la ventana de enfrente y al incorporarme pude comprobar que las balas formaban una línea en la pared justo a la altura de mi cabeza.
A partir de ese momento todo se desencadena, el secuestro, el maltrato, las amenazas, la angustia por mi hija que quedó bajo el cuidado de unos valientes vecinos. Así atados y vendados Zazueta tiene apenas tiempo de decirme en voz baja “le dispararon a Elín, está muerto, de José Luis no sé, parece que también”.
Elín Santiago, José Luis Martínez queridos amigos, queridos compañeros, tenían tantas cosas en común, ambos procedentes, como la mayoría de nosotros de familias humildes, no necesariamente mal avenidas, como la imagen que se ha querido difundir, ambos profesores egresados de Normales Rurales, por algo que gobierno consideró que estas escuelas eran un peligro para su malentendida estabilidad, cambiaban impresiones acerca de algunas lecturas como los poemas clandestinos de Roque Daltón y cartas desde la prisión de Julio Fussi, compartían también la música de guitarra y las canciones rancheras y románticas y su gusto por el básquetbol, aunque hay que reconocer, Elín, que José Luos domina mejor la guitarra, pero también hay que reconocer, José Luis, que Elín domina mejor el balón y, bueno, ambos reconocer que aunque entonados no tienen muy buena voz, la de José Luis vibra demasiado y la de Elín se pierde; eso sí los dos son de risa fácil y cuando ríen la alegría brota a raudales por sus ojos.
Ese 9 de abril de 1979 compartieron finalmente el mismo destino, acribillados por las balas de hombres anónimos, agazapados tras la figura de organismos anticonstitucionales y feroces como la Brigada Blanca y la Brigada Jaguar. Casi 4 meses después tras haber sido liberadas del secuestro Laura Elena Gaytán y yo, pudimos rescatar sus cuerpos y dejar sus tumbas en tierras conocidas y en manos de personas cercanas y familiares.
Elín Santiago Muñoz: Le cerraron los ojos cuando tenía tanto que ver, le cortaron la vida cuando aún tenía tanto que aprender, le arrebataron la existencia cuando aún tenía que dar y que recibir tanto.
Ese 9 de abril aún a escasas semanas de su cumpleaños número 29 en que se sentía tan viejo porque ya iba a cumplir uno menos de los 30 como decía. El próximo día 14 se cumplirán 57 años en que don Hermelindo su padre y doña Victoria su madre lo vieron nacer en Villa Flores, Chiapas. Como todos los niños de su pueblo asistió a la escuela primaria, pero no como todos en una tierra de escasas oportunidades salió de su pueblo para poder estudiar. La oportunidad menos distante y más posible para los hijos de personas de bajos recursos era la Escuela Norma Rural y en una de ellas se recibió como profesor de educación primaria.
Durante su primer año de servicio como profesor en el Pueblo de Venecia, en la región Lagunera de Coahuila, se incorpora al Movimiento de Acción Revolucionaria. Sus razones las expresó varias veces de diferentes maneras, muy sencillas: porque no había de otra, porque o le entras o de todas maneras te mueres, pero te mueres sin dignidad, porque mira cómo vamos a vivir así, ya son varias veces que me detienen sólo porque les parezco sospechosos por mi piel demasiado morena y aquí debería ser más sospechoso un rubio. Una de esas ocasiones me fue peor cuando saqué mi credencial de profe.
Así que por eso y por otras razones entró al MAR, pero cuando lo detenían, le hubiera ido pero si les dice que como profesor era dirigente de la SNTE y representante de su Sección Sindical.
No estuvo en la clandestinidad, pero compartió con nosotros los peligros y las angustias de la misma, como tantos otros compañeros lo hicieron. Por lo mismo durante el ciclo escolar 1977-78 se vio obligado a solicitar permiso de ausencia en las labores de docente –se trataba de su seguridad, había probabilidades de que lo estuvieron relacionando ya con mi persona, conmigo que sí estaba en la clandestinidad y ya muy fichada-.
Septiembre de 1978: Inició los trámites para reincorporarse a su plaza de profesor, pero inexplicablemente su expediente no aparecía, esto lo obligó además a posponer uno de sus sueños anhelados: ingresar a la carrera de medicina, una ráfaga de metralletas cortó sus sueños.
En la parte siguiente me permito hacer una reflexión sobre precisamente la práctica revolucionaria y las disertaciones o desacuerdos en muchos momentos que hemos tenido con compañeros, con gente que estuvo en su momento en la guerrilla y que desávala esa forma de lucha y que con los que yo he diferido, porque creo que no se trata de trasladar la guerrilla o esa forma lucha al momento actual, sino de reivindicar con toda justeza un modelo de lucha que se dio en un momento determinado, en condiciones determinadas, tanto en este país como con influencias internacionales, hablo de la Revolución Cubana a la que ya se refería, hablo del Campo Socialista, hablo del estigma de ser un luchador social en aquél momento y ser calificado como comunista y hablo de las condiciones especificas de nuestro país.
Continuo: Compañero Elín Santiago, compañero José Luis Martínez: Hablar de ustedes, de su vida ejemplar y de su heroica muerte, sin reconocernos en nuestros errores y nuestras limitaciones, sería inútil y hasta demagógico y así continuo con mi reflexión:
Hablar de los héroes se hace de dos maneras: con mucho dolor, con mucho sentimiento de las personas allegadas, también se puede hacer reconociendo todo el valor que estas personas tienen para la historia; pero reconocer el valor que estas personas tienen para la historia, se puede hacer también de dos maneras: la manera demagógica, hasta cínica de un presidente que va y se para ante una estatua y lleva una corona de flores, ajuares por ejemplo y, por otro lado, está haciendo todo lo posible y dándole todo el poder posible a la iglesia retrógrada. También se puede hacer de la manera más leal y honesta y es la forma crítica. Entonces ésta es la siguiente reflexión y continuo:
Por eso considero que en su memoria tenemos la obligación de hacer un breve recuento de nuestro andar por este país, en los que en que ustedes nos han acompañado sólo en la memoria.
Compañeros Elín y José Luis: Su muerte no ha sido en vano y esto no es mera retórica, de hecho la muerte de alguien que vivió ejemplarmente, nunca será en vano. Ha habido en este país una apertura democrática que no se hubiera dado sin el esfuerzo y la sangre de tantos mexicanos.
Quisiéramos poder agregar que este país ha sufrido grandes transformaciones para bien de todos, pero no es cierto, nuevamente tenemos que estar en guardia.
Quisiéramos poder decir que la militancia de izquierda, aquélla que ustedes conocieron se ha mantenido firme en su totalidad, pero esto tampoco es cierto, muchos se han dejado seducir por el canto de la sirena, le han entrado al rebatinga por puestos jugosos y justificado o servido de parapeto para que los gobiernos priístas y hoy los panistas, sí escucharon bien, compañeros, los panistas, hoy el gobierno es de ellos, justifiquen sus políticas, empobrecimiento, manipulación y represión; otros tal vez con más ingenuidad o comodísimo, se han limitado a ocupar curules y algunos , pocos pero los hay, hasta se ausentan a la hora de las decisiones importantes; si esto suena demasiado duro, quiero decir que quienes hacen esto, no se ocupan de organizar este tipo de eventos, porque recuperar la memoria puede ser muy peligros para aquellos que se han acomodado ya al sistema, lo digo en reconocimiento a los compañeros que forman parte de una Legislatura y están organizando este tipo de actos.
En las escuelas ya no se enseñaza historia, en el país ya llevamos dos vergonzosos fraudes electorales y todo indica que en adelante la forma de enfrentar las huelgas de los trabajadores y los movimientos populares serán las armas.
El panorama no se ve muy halagador, pero sin embargo la gente con dignidad es la que ha seguido en pie.
En Chiapas, tu tierra Elín, surgió el Ejército Zapatista de Liberación Nacional; en Guerrero, tu tierra José Luis, siguen existiendo grupos armados guerrilleros; en Oaxaca se dio un importante Movimiento Popular, que aunque fue duramente reprimido no se ha acabado.
En respuesta al fraude electoral hay un gobierno legítimo en resistencia, existen grupos organizados y otros que se están organizando, con gente que entiende que este país no puede retroceder 200 años en su historia.
Nuevamente quiero hacer una reflexión, porque se trata de nuestros hijos, se trata de la generación actual, se trata de Indi Martínez, hijo del compañero José Luis, se trata de Alba Santiago, hija del compañero Elín y se trata de todos los hijos de todos nosotros que están ahorita levantando la bandera de la dignidad, quisiéramos, siempre hemos querido que nuestros hijos vivieran en un país mejor; sin embargo, ellos todavía tienen que decir que el daño causado por el asesinato o la desaparición de sus padres, y aquí cito el texto textual de la carta de Indi: “sólo podrá hacerse reparado el día en que en este país se acaben los pobres y sea habitable y justo para todos los que en él vivimos”, pero lo dicen y que no nos sintamos tan orgullosos de país que les estamos dejando, sí nos sentimos orgullosos del coraje, de la dignidad y del orgullo que le hemos heredado y en eso ustedes, compañeros Elín y José Luis, fueron ejemplares.
Por eso seguimos de pie y por eso somos capaces de seguir viendo el futuro con la misma risueña alegría que ustedes lo veían.
Me resta agregar solamente que son dignos de esta frase:: “el hombre, y aquí el hombre no tiene una connotación genérica que refiera a la humanidad en su conjunto, el hombre debe vivir de tal manera que no sea avergüence a la hora de su muerte” .
Gracias.

EL C. MODERADOR.- Le damos la gracias a la compañera Elda Nevarez.
A continuación la compañera Gena de la Rosa que leerá la semblanza del compañero José Luis Martínez Pérez, muerto en combate ese mismo 9 de abril.

LA C. GENA DE LA ROSA.- Buenas noches. A continuación voy a leer la semblanza de José Luis Martínez Pérez.

José Luis Martínez Pérez nació en el Puerto de Acapulco en 1947, aunque desde muy pequeño su familia tenía la necesidad (inaudible) de tierra caliente, Guerrero, su padre nunca tuvo asilado y lo llevo a conocer hasta que fue adulto.
Fue el segundo hijo de Julia Martínez Pérez, tuvo 6 medios hermanos: Antonio, mayor que José, Reyes, Rosa, Silvia, Alejandro y Alberto. Ante la pobreza extrema de la madre, ésta se vio obligada a dejarlo a los dos años con su hermano Ofelia Martínez Pérez y su esposo Julián, la pareja no tenía descendencia, por lo que José Luis fue adoptado como su hijo propio y él toda su vida los reconoció y llamó como su fueran sus verdaderos padres.
Su padre Julián murió cuando Luis contaba con 8 años de edad, desde ese momento se vio obligado a trabajar de jornalero agrícola para ayudar al mantenimiento económico del hogar, lo cual lo alejó de la escuela; sin embargo, gracias a la insistencia y al apoyo de los maestros de la comunidad logró concluir de forma brillante su primaria.
Al finalizar el 6º año obtuvo el primer lugar de la zona escolar en aprovechamiento, obteniendo como premio un viaje a la capital del país, donde tuvo la oportunidad de saludar personalmente al Presidente de la República.
Con el apoyo de los maestros presentó examen de selección en la Escuela Normal Rural de Guerrero, a pesar de que obtuvo uno de los primeros lugares, no pudo inscribirse en aquel entonces por carecer de los recursos económicos necesarios para trasladarse a la escuela.
Varios años después logró ingresar a la Normal, pero definitivamente había perdido su beca obtenida para poder realizar sus estudios de secundaria. Al quedarse sin derecho a la alimentación y hospedaje, sobrevivió en el internado alimentándose de los residuos de los alimentos que dejaban los demás estudiantes en el comedor y durmiendo al lado de otros compañeros que se solidarizaron con él.
Como estudiante normalista de la Escuela Normal Rural, Raúl Isidro Burgos, se convirtió en dirigente de la Sociedad de Alumnos, llegó a ocupar cargos de responsabilidad nacional dentro de la Federación de Estudiantes Socialistas de México, donde llegó a conocer e identificarse con otros profesores, como Lucio Cabañas, Ely Infante Muñoz, Miguel Quiñones y Arturo Gámiz, entre otros; fue cuando se incorporó a las Juventudes Comunistas de México, órgano juvenil del Partido Comunista Mexicano.
Como resultado de sus actividades políticas estudiantiles, a pesar de sus excelentes calificaciones, fue expulsado de la Normal, continuó sus estudios en la Normal Rural de la UEB Michoacán y a cada 5 kilómetros de Morelia, donde se matriculó como maestro.
Participó activamente dentro del Movimiento Popular Estudiantil de 1978, como resultado fue detenido, torturado y tiempo después fue puesto en libertad. Fue enviado por la SEP a la tierra de Oaxaca donde pronto orientó a los campesinos, en su mayoría indígenas, los organizó para defender los intereses y luchar contra las injusticias de las que eran objeto, se granjeó la enemistad de los terratenientes de la región.
En 1970 fui invitado y aceptó participar en la Organización Político Militar que se estaba formando en el extranjero bautizada con el nombre de Movimiento de Acción Revolucionaria.
Abandonó la docencia y el país, se trasladó clandestinamente junto con otros compañeros a Corea del Norte, donde recibieron seis meses de preparación político militar, llegó a la República Democrática de Corea integrando el tercer grupo, posteriormente regresaron a México.
Se incorporó a las actividades que su organización le encomendó, desde ese momento hasta el día de su muerte se mantuvo viviendo en clandestinidad.
En 1971 él recibió su primer gran golpe al ser detenidos algunos de sus principales dirigentes: como resultado comenzó a ocupar puestos de responsabilidad al interior de la misma, hasta llegar a transformarse en uno de los principales ideólogos del MAR y del Movimiento Revolucionario Armado de la época.
La nueva Dirección Nacional quedó bajo la responsabilidad de José Luis Martínez Candelario Pacheco, Pedro Moreno, Memo, el abuelo, Paulino Wenceslao Arroyo y el Vivo.
Con el paso del tiempo se convirtió en uno de los encargados de las organizaciones, con otras organizaciones revolucionarias armadas, como el Partido de los Pobres, Vía Comunista 23 de Septiembre, Unión del Pueblo, entre otras.
Parte del MAR se fusionó con las demás organizaciones revolucionarias que dieron origen a la Liga Comunista 23 de septiembre: meses después a raíz del conflicto suscitado entre el Partido de los Pobres y de la Liga Comunitaria 23 de Septiembre, desembocada la expulsión de las Brigadas de la Campesina, los núcleos de la organización incorporados en las filas del PDLP tomaron partido a favor de las posiciones de Lucio, el MAR había mantenido estrechas relaciones con el PDLP, incluso mandó de apoyo a militantes de primera fila, como está el caso de Oscar Javier Gaytán Saldivar, coordinándose trabajos entre diversas ciudades y la tierra de Guerrero.
Definiendo que existían profundas diferencias de concepción, organización y reclutamiento, José Luis y otros compañeros decidieron separarse del proceso que había dado vidas a la Liga Comunista 23 de Septiembre y fundaron la organización intentando corregir su planteamiento.
Junto con Elín Santiago Muñoz en 1975 elaboraron los documentos de estrategia y táctica, los cuales marcaron una nueva etapa del MAR y la rectificación de muchas posturas incorrectas sostenidas anteriormente.
Lo más importante fue que la estructura orgánica que cambió de grupos a columnas especializadas a actividad por la estructura celular, ligada estrechamente al trabajo de masas, del enfrentamiento directo con el estado y sus aparatos de represión y la realización de acciones espectaculares a la del trabajo de masas y la construcción clandestina de la vanguardia revolucionaria,
José Luis como miembro de la dirección general recorrió gran parte del país para conocer de cerca los grandes problemas económicos, políticos y sociales del pueblo, lo que le permitió elaborar sobre la práctica las tácticas a seguir, corrigiendo los errores de concepción, la organización formó su línea política de la concepción del foco guerrillero y el desarrollo de la guerrilla urbana a la del trabajo política de masas con una dirección revolucionaria.
Desde la clandestinidad, conjuntamente con Elín Santiago Muñoz y otros más, formaron algunas organizaciones de masas con dirección revolucionaria en distintas regiones del país, como fueron: Alianza Campesina del Noroeste, en el Estado de Chihuahua; Movimiento Independiente de la Laguna, en la Región Lagunera, Durango, Coahuila; Movimiento de la Liberación Político Sindical, en Michoacán; Unión Magisterial Independiente, en el Valle de México; Unión Campesina Independiente en Puebla, Comité Promotor de la Lucha Campesina Popular, en Veracruz y Unión de Giros en el Valle del Yaqui, en Sonora.
Desde 1975 hasta 1979 gracias a los logrados esfuerzos de José Luis se fortalecieron las relaciones entre lo que quedaba del MAR y las Organizaciones Político Militares, Asociación Cívica Nacional Revolucionaria, Partido de los Pobres y Organización de Jóvenes Hacia el Socialismo, conformando lo que se conoció con el nombre de la Coordinadora Nacional Guerrillera, que editó el boletín clandestino “El Sentir de los Pobres”.
José Luis no era un Dios, era un enamorado, conducta que le granjeó fuertes criticas al interior de la organización, su primer compromiso amoroso fue un fracaso, era demasiado posesivo con las mujeres, probablemente como producto de su falta de afecto materno que tuvo en su infancia, se enamoró de una compañera legalmente comprometida con otro hombre, más adelante rompió su compromiso con ella a consecuencia de discrepancias ideológicas a pesar de militar ambos en la misma organización, al final Ana María pasó a formar parte de otro grupo revolucionario armado.
Tiempo después contrajo matrimonio por las leyes revolucionarias con Minerva Armendáriz, por aquella época de tan sólo 16 años de edad y militante también del MAR, los responsables designados por la organización fungieron como jueces y testigos: Los padres de Minerva se opusieron al principio a la relación matrimonial, a su vez algunos de sus compañeros también los visitaron, fruto de su unión fue el nacimiento en 1974 de su primer hijo, el cual recibió el nombre de Carlos David.
Minerva cayó detenida y fue encarcelada en octubre de 1963. La relación entre ella y José Luis se enfriaron rápidamente, solamente por carta mantuvieron comunicación, tres meses después de haber obtenido su libertad, la Dirección del MAR le comunicó que José Luis ya había adquirido compromiso con Laura Elena Gaytán Saldivar, cuyos dos hermanos por aquella época pertenecían a la Dirección Nacional.
José Luis conoció en el verano de 1973 a Laura Elena, estudiante de preparatoria. En abril de 1974 inició una relación personal con ella que culminó en el Registro Civil de la Ciudad de Chihuahua en 1975.
José adoptó el seudónimo de Ricardo Ríos Mares, nombre con el que aparece su acta matrimonial, desde entonces vivieron como pareja hasta el día de su muerte, de esa nueva unión nació en noviembre de 1976 un niño que lleva el nombre de Indi.
José Luis en esta última relación fue ante todo un camarada, preocupado siempre por colaborar en los detalles más cotidianos, así como un gran padre consciente de su papel como tal en la crianza y educación de su segundo hijo, alegre, amable y siempre comedido, dedicado a gran parte de su tiempo libre tanto al estudio y preparación física, como al cuidado y acercamiento con su hijo y compañera.
Al respecto, hizo algunos poemas donde plasmaba claramente su concepción acerca del amor vinculado, éste siempre al amor por su pueblo a su fe y certeza en que alcanzaría su libertad.
José Luis fue una persona disciplinada en todas las actividades que realizó, diariamente se ejercitaba, fue metódico en su preparación teórica, sus armas siempre estaban limpias y en buen estado, tocaba muy bien la guitarra, amenizaba y cantaba en las reuniones de compañeros y familiares, hizo poesía romántica y revolucionaria, honesto, sencillo en su trato con la gente, supo ser amigo de aquellos que le brindaron su amistad, fue un gran compañero con los que le tocó convivir, siempre antepuso los intereses de los demás sobre los propios, abnegado hacia la revolución y la organización, audaz y decidido en las acciones militares y valiente hasta lo temerario al enfrentarse al enemigo de clase; incluso llegó a ejercer como médico empírico y autodidacta.
Junto con Elín Santiago Muñoz escribió los documentos internos del MAR que llevaron el nombre de Táctica Guerrillera, Explosivos y Estrategia y Táctica, por si solo Poema a mi hijo, dedicado a su hijo Carlos marcha hacia la libertad, Carta A una Maestra de Artes Plásticas, Año Nuevo, Qué Niegas el Pasado e infinidad de poemas revolucionarios.
Dentro de su paso por el MAR llevo los seudónimos de Abel, Jorge, Carlos, Néstor, Ricardo, Omar, Raúl, Pedro, el maestro y Saltarín.
Cuando sus hijos Carlos e Indi contaban con 5 y 2 años de edad, respectivamente, cayó junto con Elín Santiago Muñoz en una emboscada montada por agentes de la Brigada Blanca, Policía Judicial Federal y Ejército Mexicano en las calles 32 y Zacatecas, en Torreón, Coahuila.
Al llegar a la casa donde debía celebrarse una reunión del Comité Ejecutivo Nacional domicilio que horas antes gracias a la información obtenida de la tortura infringida a Alejandro Peñalosa García, había tomado la Brigada Blanca a sangre y fuego, deteniendo a todos sus moradores, al llegar su automóvil a la Casa ocupada de la Brigada Blanca, se cerró en torno de ellos un triple dispositivo policial y militar, José Luis y Elín se enfrentaron a casi un centenar de elementos bien armados y estratégicamente parapetados en las casas y edificios cercanos.
Elín murió acribillado detrás del volante, mientras que José Luis logró salir del Volkswagen y responder a las descargas cerradas dirigidas a ellos; incluso, llegó a herir a un policía de gravedad.
Finalmente, su cuerpo sin vida quedó tendido en la calle, uno de los agentes participantes llegó a exclamar “estos sí son hombres, no chingaderas”. Los cuerpos fueron envueltos en lonas del Ejército y junto con los demás miembros de la Dirección Nacional del MAR y sus familias, fueron trasladados bajo un fuerte dispositivo militar, primero al Campo Militar de Coahuila y posteriormente al Campo Militar No. 1 en la ciudad de México. Los cadáveres fueron depositados en el Servicio Médico Forense, donde fueron rescatados 4 meses después por sus familias. En pleno estado de descomposición, cubierto por un a lona del Ejército, se pudo constatar que presentaba múltiples heridas de bala, así como el concebido tiro de gracia en la frente; sin embargo, lo más sorprendente fue su marcada sonrisa de satisfacción en su alegre rostro casi irreconocible.,
Sus restos fueron trasladados a su natal Acapulco, Guerrero, fue sepultado en el Panteón Municipal el 9 de agosto de 1979.

EL C. MODERADOR.- Agradecemos a la compañera Gena de la Rosa esta semblanza del compañero José Luis Martínez Pérez y le pedimos a la compañera Florencia Ruiz Mendoza que por favor nos haga la reseña del compañero Pancho y el compañero Julián, sus nombres de militantes, muertos en combate en julio de 1987.

LA C. FLORENCIA RUIZ MENDOZA.- Buenas noches. A los que no conocimos por su nombre por el doctor Alberto Guillermo López Simón, abril de 2004.
Hoy no escribo para los que no tienen nombre, no escrito para recordar a los conocidos, no escribo para documentar algún hecho conocido, no escribo de quiénes fueron los encargados y brazos ejecutores de los compañeros caídos o desaparecidos, hoy escribo para los que teniendo nombre nos lo es desconocido, para aquellos que ofrendaron con su esfuerzo, energía, desinterés libre de todos los egoísmos, su propia vida en la construcción de una sociedad libre de toda opresión y explotación, sin esperar ni siquiera que se les reconociera su ardua jornada de trabajo y su sacrificio, a los que teniendo nombre nos lo es desconocido hasta para la propia familia, a los que cayeron y cuyo restos descansan en fosas comunes o anónimas bajo tierra o en el mar, no en nombre de los desparecidos cuyos nombres nos son conocidos, sino de aquellos no registrados y que son del todo desconocidos, aunque no por ello dejan de ser una realidad.
Escribo el nombre de los sacrificados, de los mártires cuyo nombre y apellido nos fue velado por las características propias de una lucha revolucionaria sin cuartel ni clemencia, para los que se atrevieron apostar por salidas radicales al problema de la miseria y opresión de nuestro pueblo, de aquellos que en su momento no fueron reivindicados por sus órganos de dirección, porque creerse en aquella época que lo más correcto y racional era mantener su anonimato y que hoy en día mantenerlo sólo sería consecuencia de una hipocresía y el encubrimiento de errores y deficiencias.
¿Cuántas organizaciones revolucionarias en nuestro país no tienen en sus filas héroes anónimos que sólo exigían sin solicitar nada a cambio que los dejaran trabajar al lado de los más humildes?
Hoy voy a escribir sobre los compas Pancho y Julián en combate en 1987 al intentar recuperar recursos económicos para el proyecto revolucionario.
Los años de 1980 a 1987 fueron la Julián fundamentales para consolidar su pensamiento y fortalecer sus convicciones políticas; trabajó asalariadamente sin descuidar sus actividades políticas; comenzó a integrarse paulatinamente a actividades militares y fortaleció sus relaciones de amistad con la que será su futura esposa; aunque no participa directamente en el regional que lo vio nacer como combatiente revolucionario, pues desarrolla su actividad en otro Estado.
Cada año en los periodos vacacionales regresa a convivir con sus compañeros de organización, a los cuales les ayuda a con su experiencia a la planificación, discusión y organización del trabajo político; su tiempo libre lo dedica a la preparación teórica, acondicionamiento físico, diversiones propias de su edad y a fortalecer la relación con su pareja.
A nivel regional se destacó como uno de los elementos más claros, con una visión estratégica de conformación de un proyecto integral. Comenzó a abandonar la política pública y los actos políticos, también aprovechó los períodos vacacionales para fortalecer su formación académica superior.
Destacó por su capacidad política como dirigente estudiantil, llegando a permanecer por mucho tiempo en los principales órganos de gobierno de su escuela, donde compartió polemizando las ideas atrasadas, oportunistas y ortodoxas existentes en aquella época en el medio; sin embargo, no era un radical virulento pues sostuvo el diálogo como instrumento de debate; por ello, lo vimos sostener posiciones conciliadores, firmes e incluso autoritarias. Su estilo garantizó la adhesión de quienes convivieron con él cotidianamente.
Dentro de sus estructura regional fue el más firme en impulsar la combinación del desarrollo político con la creación de un modesto aparato militar; por ello, su instancia organizativa comenzó una serie de relaciones con otros organismos regionales con la finalidad de avanzar en la unidad de acción con los mismos y redefinir el proyecto interno.
Intentaron conseguir armas, pero sólo consiguieron algunas cuantas de mala calidad; sin embargo, ello ni minó su decisión de formar un pequeño equipo, que entre otras cosas tuvo la tareas de acondicionar físicamente a sus miembros como primer paso a la preparación de otras formas de lucha.
Es por esas fechas que Julián y su núcleo de trabajo entabló contacto con el Movimiento de Acción Revolucionaria, a través de las relaciones existentes entre los diversos sobrevivientes de grupos revolucionarios de los 70, incorporados al proceso de unidad, más tarde denominado TRI, decidieron conscientemente formar parte de la organización político militar que a principios de los 80 se había definido dentro de las filas del MAR.
Julián se incorpora a diversas tareas políticas y militares. A nivel abierto es una ciudadano común, un profesionista responsable en su trabajo, miembro de un estatus social de clase media.
Clandestinamente comienza a especializarse en los equipos de recuperación económica; al poco tiempo llegó a ocupar los primeros lugares en el manejo de armas y tiro, convirtiéndose en uno de los cuadros operativos más efectivos de la organización,
Pancho nació en el año de 1966, fue el tercer hijo de una familia campesina pobre, sólo las pocas cosas que el mismo compañero llegó a comentar se conocen de sus niñez. Fue un niño muy inquieto, con inclinaciones negativas hacia sus demás compañeros, aunque llegó a destacar en actividades escolares, en el fútbol y la oratoria, llegando en esta última a concursar regionalmente.
En los años siguientes comenzó a dar sus primeros pasos en la participación política. Al tener una buena voz le valió que un maestro le impulsara en el arte de la declamación. Bajo esta forma de expresión artística se presentó en muchas comunidades. Se incorporó a las actividades políticas propias de su escuela.
En 1981 terminó sus estudios secundarios e ingresó a la Preparatoria donde por sus inquietudes políticas manifestadas fue invitado por un grupo de compañeros que estudiaban en la Universidad Autónoma de Guerrero, donde existía por esas fechas un gran auge del Movimiento Estudiantil.
La Universidad durante muchos años había estado aceptando estudiantes de escasos recursos económicos con el fin de brindarles la oportunidad de lograr una carrera profesional e involucrarles en un proceso político ideológico de formación que nutriera las filas del Movimiento Revolucionario en nuestro país.
El segundo año lo perdió a consecuencia de problemas de salud y comenzó a dedicarse a otras actividades, entre ellas a ejercer el oficio de auxiliar de jefe de taller en la universidad, donde tuvo algunas experiencias negativas, pero no tuvieron mayores problemas, como fue el destapar sin ningún cuidado el radiador de un automóvil con el motor caliente y el agua hirviendo, le quemó el pecho y los hombros o cuando quiso acomodar una camioneta en la fosa de revisión mecánica y no le atinó.
En 1983 formalmente se incorpora al Movimiento de Acción Revolucionaria, se integró a la escuela para continuar con el segundo año, lo terminó con buenas calificaciones; además, a través de un proceso electoral se convirtió en Consejero Técnico Estudiantil.
En el tercer año de preparatoria fue encomendado a diversas tareas partidarias que cumplió con gran disciplina. En el 6º Semestre promedio con 10 en sus estudios. Continua atendiendo las tareas derivadas de su trabajo político estudiantil, además de la propia organización, también atendía la relación amorosa con su pareja.
Al siguiente ciclo escolar a instancias de la organización se fue a otra región del país a comenzar sus estudios profesionales y a dedicarse a tareas exclusivas de la organización clandestina.
En 1986 se adjudicó el seudónimo con el que fue conocido dentro de la organización. Dejo sus estudios académicos para dedicarse de tiempo completo al trabajo de carácter partidario, donde mostró un carácter personal, alegre, optimista, era bromista con la mayor parte de los compañeros con los que convivió y se llevaba pesado con los de mayor confianza, le gustaba la lectura.
En sus últimos días de vida estaba leyendo “100 Años de Soledad”, novela que dejó inconclusa debido a que la muerte lo sorprendió trágicamente el 9 de julio de 1987 a los 20 años de edad.
Ya como miembros de la organización Pancho y Julián participaron como delegados de sus zona de trabajo en la Conferencia Nacional Interna, celebrada los días 20 y 21 de febrero de 1987, donde se redefinió el carácter, estructura, línea política y militar y cambio de nombre de la organización para agregarle al nombre original la fecha en que cayeran en combate contra las fuerzas armadas los dirigentes nacionales: José Luis Martínez Pérez y Elín Santiago Muñoz; en adelante la organización adoptó el nombre de Movimiento de Acción Revolucionaria 9 de abril.
La operación que acabó con sus vidas se realizó por órdenes de la instancia de Dirección Nacional del Mar 9, para la obtención de recursos económicos que le permitieran a la organización solucionar por más tiempo sus necesidades como organización revolucionaria.
El objetivo: Expropiar los fondos de un sucursal bancaria. El lugar fue seleccionado por reunir las siguientes ventajas: tener un monto elevado, tener una custodia inferior a sus capacidades, ubicación válida que permitiera un dominio del terreno y una rápida vía de salida, contar con datos precisos sobre la rutina del lugar y conocimiento del personal.
La Comisión Militar se encargó de la investigación y traslado de personal y equipo a la zona de operaciones y empezaron las observaciones finales.
Después de semanas de vigilancia, se forman 3 equipos operativos: En el primero, participaron Julián, Pancho, Roberto, David y como responsable de todo el equipo de acción directa Rodolfo,
El segundo era el equipo de contención integrado por Ramiro como responsable y Saúl.
Por último el tercero sólo formado por Vicente, encargado de conducir el vehículo.
A su vez el equipo de acción directa se subsidió en dos, uno, encabezado por Rodolfo e integrado por Julián y David, tenían el objetivo de reducir a los custodios y extraer el dinero. Rodolfo era le responsable de dar la orden para entrar en acción o detenerla en un momento dado si las circunstancias lo determinaban, era el jefe operativo del comando.
El segundo, bajo la responsabilidad de Pancho, asistido por Roberto, tenían como misión reducir al custodio del lugar y controlar a la gente del local, además de quitar los vehículos de escape.
El objetivo del equipo de contención fue contener y repeler en dado caso que llegaran las fuerzas de seguridad protegiendo la salida del equipo de acción directa.
Lo que la Comisión Militar no sabía, es que se habían reforzado en la zona los rondines policiales preventivos y judiciales, debido a que en días anteriores se habían producido otros asaltos en la ciudad. Al momento de producirse de las denotaciones, va pasando por la carretera cercana un convoy de la policía, al oír los tiros de una de las camionetas, descendieron por atrás dos policías armados de AR15 y de otra 4 más armados de igual forma, en formación de abanico intentaron rodear al equipo de acción directa, objetivo que no logran completar gracias a la intervención del equipo de contención que abre fuego y los paró por un costado, el enfrentamiento se generalizó.
Rodolfo salió y vio en esos momentos que el equipo de contención se encuentra enfrentándose con las policía, instantes antes en un descuido el custodio sorprende a Julián, forcejean, logra arrancarle el arma y abre fuego contra Julián, que cae gravemente herido al penetrarle la bala en el cuello.
La contención trató de defender lo mejor posible a los compañeros, aunque también eran blanco de balas disparadas por los agentes de la policía, reforzados por el custodio que encerrado disparaba contra los guerrilleros urbanos.
Rodolfo al ver lo anterior dio la orden de retirada. Pancho salió en medio de la lluvia de balas con las llaves de la camioneta de huída, a la cual suben todo el equipo militar de la directa con Julián herido; sin embargo, la camioneta no encendió por más intentos que hizo Pancho.
Rodolfo ordenó el repliegue a la camioneta de contención al dirigirse al otro vehículo, Rodolfo cayó herido por el impacto de una arma de fuego, se levantó momentos después para volver a caer herido por el impacto de otro proyectil en esos momentos que hieren a Pancho dentro de la camioneta de huida. Ambos jóvenes quedaron en la camioneta que no funcionó.
Rodolfo tiene la suficiente fuerza para levantarse y junto con Roberto llegar a la camioneta de la contención, Ramiro en gran medida les cubre la retirada, eliminando a un policía que desarma.
Saúl, Ramiro, Rodolfo y Roberto continuaron repeliendo a las fuerzas policiales. David solicitó a Ramiro que le ayude a sacar a los compas heridos a llevarlos a la camioneta de contención, pero en el intento también Ramiro fue herido gravemente, quedando en la caja de la camioneta que no funcionó, cuando intentaba junto con David sacar a los heridos.
En esos momentos presintiendo su muerte cercana, Pancho alcanzó a decirles “yo hasta aquí llego, Patria o muerte”, a los pocos instantes falleció, Julián le siguió, no alcanzó a decir nada y encontró la muerte en combate al lado de sus queridos compañeros.
La herida en la cadera de Ramiro ya no le permitió ponerse en pie. En esos momentos se presentó una confusión, la camioneta de contención salió a toda velocidad de la zona de enfrentamiento por la ruta de escape planeada, pero dejó a David junto con Ramiro herido y los compañeros recién fallecidos.,
David al percatarse de ello lejos de tratar de escapar, intentó conseguir un transporte para sacar a todos los heridos. Corrió de costado sobre los mismos judiciales y policías con su pistola al lado y cruzó el cerco policial, quienes lo confundieron seguramente con uno de tantos mirones, buscó el apoyo de Josué, otro compañero que estaba precisamente para un caso de emergencia, con la idea de que entre los dos sacaran a los caídos, Josué se negó a apoyarlo aduciendo cuestiones de legalidad del vehículo, pero en esos momentos Josué y David penetran de nuevo el cerco policial e intentan heroicamente ir por los compañeros caídos.
Al ver que la camioneta de contención se alejaba, los policías pensaron que habían huido los asaltantes, dejando tirados a sus heridos. Cuando se acercaban a los combatientes caídos creyendo que todo había acabado por una de las bocacalles en sentido contrario como se habían retirado, regresaron los guerrilleros por sus compañeros.
De inmediato un intento desesperado trataron de recoger a todos los compas que les hacían falta. El tirotero nuevamente se generalizó, las municiones estaban a punto de agotarse, ya habían transcurrido más de 20 minutos y la policía continuaba recibiendo refuerzos, amenazaban con cercar y aniquilar a todo el comando.
De la camioneta bajó Roberto protegido por el fuego de Saúl y Rodolfo, con dos impactos de bala en su cuerpo, se percataron que Ramiro les hacía señales de vida con un pañuelo, aunque no podía ponerse de pie.
Roberto logró llegar a los compañeros y se percató de que Pancho y Julián habían muerto. Con grandes obstáculos logró llegar al lado de Ramiro y arrastrándolo pudo llevarlo con los demás compañeros que lo apoyaron para subirlo a la camioneta de contención. Casi sin parque y sin posibilidad de recuperar los cuerpos de sus jóvenes amigos muertos, tuvieron que optar por abandonarlos y buscar refugio, ya no pudieron hacer contacto con David.
David se dio cuenta cuando llegaron nuevamente los compañeros, sin embargo al encontrarse aproximadamente a 50 metros de distancia de los sucesos por la intensidad del tiroteo y llevar solo una pistola casi sin parque ya no pudo hacer contacto con su comando para auxiliarlos. Todos los intentos por recuperar los cadáveres de Julián y Pancho fueron infructuosos. Por una decisión instintiva aprovechando la confusión existente entre los diferentes cuerpos policiales y judiciales concentrados, viendo hacia el local donde había ocurrido el enfrentamiento, logró cruzar el cerco sin llamar la atención en compañía de Josué, con escasos recursos como pudo salió de la ciudad y se trasladó a su zona de origen. Durante un tiempo la organización pensó que también había muerto en la operación o que se encontraba en manos de la policía.
Los cadáveres de Pancho y Julián quedaron en manos de la policía, quien trató de identificarlos. Sus familias no fueron enteradas y cuando se percataron no quisieron reclamarlos ante el temor de la represalias.
Julián y Pancho fueron enterrados en una fosa común sin ser reivindicados por los órganos de la Dirección Nacional del Movimiento de Acción Revolucionaria 9 de abril.
La muerte de Pancho y Julián tuvo mucha repercusión al interior de la organización; por un lado, la militancia y los órganos de dirección intermedios, cerraron filas en torno de la firme convicción de continuar en la lucha revolucionaria manteniendo la unidad de la organización, lo que significó que las contradicciones existentes al interior se mantuvieran latentes en forma atenuada, mientras que la instancia superior de dirección justificó y fortaleció sus conducción cada vez más liquisacionista; sin embargo, al poco tiempo las voces criticas de los compañeros participantes en los sucesos relatados de sus más cercanos colaboradores, así como de las instancias de dirección intermedia con respecto a la necesidad de cambiar los objetivos militares por otros más de acuerdo a las características existentes en el país.
El cuestionamiento de la pobre preparación política y teórica que promovía la instancia superior con respecto al conjunto de la organización, es decir el menosprecio por el trabajo teórico, el diluir la estructura partidaria en la organización abierta utilizando el lenguaje cívico sobre el conjunto de la organización; es decir, abandonar los valores estratégicos de formación integral de todos los militantes, evitando crear estructuras diferentes para los planos militar y político que originaban la disolución de la instancia partidaria, el uso recursos no para fortalecer las instancias orgánicas de su cuerpo, sino para las campañas electorales y diputaciones o senadurías que condenaron a muchos compañeros semi y profesionalizados a la pobreza y búsqueda de trabajos que permitieran la sobrevivencia de ellos y sus familias, abandonando por necesidad sus puestos de combate, sólo fueron algunos temas que comenzaron a cuestionarse.
La inconformidad no se expresó organizadamente y aunque fue conocida por la instancia superior no fue dimitida, violando las normas estatuarias democráticas existentes dentro del MAR 9, en vez de planificarse los mecanismos para iniciar un gran debate que era urgente dar con el fin de solucionar los graves problemas existentes, lo que indudablemente terminaría cambiando la dirección nacional, se evitó difundir durante meses cualquier tipo de crítica.
Las voces que se alzaron pronto fueron acalladas, los compañeros que disintieron primero fueron separados de sus cargos y posteriormente expulsados sin notificación alguna, fueron desprestigiados ante sus compañeros más cercanos.
David, Vicente y Ramiro y muchos otros cuadros militares con muchos años de experiencia revolucionaria en sus espaldas, sufrieron ese camino.
La principal instancia de dirección regional, la del Valle de México, promotora de la reestructuración de la organización a principios de los 80 fue disuelta y prácticamente expulsados sin notificación y juicio alguno sus principales cuadros políticos, algunos sobrevivientes de las represiones de 1979 y 1981, viejos cuadros a los cuales se aisló para evitar que su ejemplo contaminara el camino liquidacionista elegido.
Finalmente, sin oposición la dirección nacional ya sin cuerpo orgánica, sin militancia que dirigir, incorporada a las estructuras de dirección nacional del Partido de la Revolución Democrática, unos desertando de los frentes de la lucha popular y otros auto exiliándose al extranjero, logró entre 1990 y 1993 lo que las fuerza de seguridad que desde 1967 habían intentado sin éxito lograr liquidar definitivamente el proyecto revolucionario impulsado bajo las siglas del Movimiento de Acción Revolucionaria.

EL C. MODERADOR.- Damos las gracias a la compañera Florencia Ruiz Mendoza por la lectura de esta semblanza de los compañeros Pancho y Julián y finalmente antes de cerrar por el día de hoy este homenaje, el compañero Gerardo Palacios aquí presente, leerá la semblanza del compañero Juan Carlos Mendoza Galoz, desaparecido el 30 de diciembre de 1981.

EL C. GERARDO PALACIOS.- Buenas noches.
Doy lectura de la biografía tan bien elaborada por el compañero Alberto López.
Por fortuna tuve la oportunidad de iniciar mi militancia política en esos años, en los 80, gracias al trabajo de compañeros como Juan Carlos Mendoza y Austreberta Hilda, y donde estén pues va siempre un saludo y la memoria para ellos.
Juan Carlos Mendoza Galos nace el 27 de octubre de 1958 en el seno de una humilde familia, que a costa de múltiples dificultades y enfrentamientos, como ocurre en México, con miles de marginados, logra obtener una pequeña propiedad en Ciudad Netzahualcóyotl, Estado de México.
Desde muy pequeño, debido a la difícil situación económica por la que atraviesa su familia, para poder estudiar se vio en la necesidad de trabajar en diversos oficios. Así, su infancia transcurre entre el trabajo, los estudios y en el escaso tiempo que le queda libre a jugar con sus hermanos en las calles polvorientas, sin drenaje y pavimento, de Ciudad Netzahualcóyotl.
Sus estudios primarios y secundarios los realiza en la Escuela Nicolás Bravo, ubicada en la Ciudad de México, posteriormente ingresa a la Escuela Normal de Maestros Número 7 de Ciudad Netzahualcóyotl.
Como dirigente estudiantil, dirigió el proceso democrático de esa institución, que culmina con la destitución de la corrupta directora que se enriquecía con las colegiaturas.
En esta fase de su vida canaliza su inquietud política a través de la formación y desarrollo del grupo de poesía coral Genaro Vázquez Rojas, donde prepara presentaciones con contenido ético y social, recorre en giras por el Valle de México diversas colonias populares y barrios marginales.
En 1977 interviene activamente en el Movimiento Urbano Magisterial que convierte cinco basureros de Ciudad Netzahualcóyotl en otras tantas escuelas primarias.
Por su preparación y participación es nombrado Director de la Escuela Primaria Niños Héroes.
El movimiento de primarias populares para familias marginadas de los barrios más pobres del municipio de Ciudad Netzahualcóyotl fue reprimido por las fuerzas de seguridad del Gobierno Mexicano. Varios de sus principales dirigentes son secuestrados y trasladados el Campo Militar Número 1.
Como resultado de las torturas a las que son sometidos, Agustín, dirigente del Frente Popular Independiente, muere de un derrame cerebral días después de ser liberado.
Entre 1977 y 78 funda y asesora diferentes centros de educación básica para adultos, entre los que sobresale el CEVA Francisco Villa, ubicado en Ciudad Netzahualcóyotl. En ese mismo municipio colabora con la Organización de Colonos Unión de Lucha, conoce y comienza a colaborar con distintos movimientos políticos sindicales y campesinos del Valle de México.
Por esas fechas ya se encuentra incorporado a la organización político militar Movimiento de Acción Revolucionaria, donde entre otros conoce a compañeros como José Luis Martínez Pérez y Elín Santiago Muñoz.
A mediados de 1978 crea junto con otros maestros y estudiantes del CCH Oriente y de la Preparatoria Popular Mártires de Tlatelolco, la Coordinadora Regional de Centros de Educación Básica, uniendo el corredor Ecatepec-Netzahualcóyotl, donde participan destacados luchadores sindicales, como Misael Núñez Acosta, asesinado meses después por su participación en la democratización del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y la Organización Nacional Unión Magisterial Independiente, ambas organizaciones destruidas por la represión policial y militar desencadenada en abril de 1979, fecha en que es detectada por la delación de Alejandro Peñaloza en una reunión de la Dirección Nacional del MAR.
Todo el Comité Ejecutivo Nacional cae en manos del ejército y la Brigada Blanca y José Luis Martínez Pérez, Comandante en Jefe, y Elí Santiago Muñoz, dirigente nacional, mueren acribillados. Los profesores Juan Carlos Mendoza Galos y Ezequiel Reyes Carrillo desde entonces fueron perseguidos por la Brigada Blanca.
Desde mediados de 1979 participa activamente en el Movimiento Campesino de Michoacán dentro de la Unión Campesina Emiliano Zapata. Meses después colabora en la construcción de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala.
En 1980 regresa al Valle de México, comienza a trabajar en el sector obrero, con la caída de toda la Dirección Nacional se reestructura una nueva Dirección con los sobrevivientes. Juan Carlos y Ezequiel pasaron a formar parte de ella.
Contra sindicalistas crearon la Coordinadora Obrera de Ecatepec, fomentando la Organización Democrática Sindical.
En 1981 funda la Escuela para Trabajadores Maestros Rafael Ramírez en la colonia urbana San Juan Ixhuatepec en Xalostoc Ecatepec, Estado de México, promoviendo la educación abierta para adultos desde el nivel de alfabetización hasta secundaria, además ese mismo año impulsa el Movimiento Sindical que culmina en las huelgas de las fábricas de Vidriera y Alumex, pertenecientes en esa época al poderoso Grupo Monterrey, ubicadas en Ecatepec.
El 30 de diciembre de 1981 Juan Carlos Mendoza Galos, a los 21 años de edad es detenido como resultado de una delación, junto con el profesor Ezequiel Reyes Carrillo, cerca de la Central Camionera del Norte por elementos de la Dirección General de Policía y Tránsito, dirigida por Arturo Durazo Moreno; Dirección de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia, cuyo titular es Francisco Sagún Vaca; Policía Judicial del Distrito Federal, comandada por Jesús Millazagua y Dirección Federal de Seguridad, bajo las órdenes de Miguel Nazar Haro; cuatro meses después Ezequiel recuperó su libertad, no así Juan Carlos, quien permanece hasta la fecha detenido desaparecido.

EL C. MODERADOR.- Para concluir este homenaje, compañeras y compañeros, vamos a leer una lista de presentes y finalmente pedimos para no dedicar un conjunto de aplausos en 27 ocasiones, al final brindemos 1 minuto de aplausos a todos los compañeros de esta lista.

Arroyo Souza Horacio.
Cardona Medel Ramón.
Chávez Rosas Rafael.
Cruz Espinosa José Luis.
Cruz Flores José Luis.
Escobedo Ocaña Austreberta Hilda.
Gaytán Salvador Oscar Javier.
Guzmán Cruz Amafer.
Guzmán Cruz Armando.
Hernández García Estanislao.
José García Wenceslao.
Manuel Arreola Téllez.
Martínez Pérez José Luis.
Mendoza Galos Juan Carlos.
Mendoza Sosa Ana Luz.
Mendosa Sosa Sara.
Navarro del Campo Aurora de la Paz.
Orozco Guzmán Pedro.
Pacheco Gómez Candelario.
Parra de Tecla Ana María.
Peñaloza García Felipe.
Ramírez Barte Rafael.
Ramírez Barte Manuel.
Santiago Muñoz Elí.
Pancho y el compañero Julián.

Para todos ellos un caluroso aplauso y con eso concluiríamos este día el homenaje a los compañeros del MAR.

Finalmente, pediríamos a todos y a todas las compañeras que el día de mañana 12 de abril pudiéramos estar presentes en la presentación de 3 libros, el libro del doctor Alberto López Limón “David Jiménez Sarmiento: Por la Senda de la Revolución”; José Arturo Gallegos Nájera “La Guerrilla en Guerrero”; y el libro de Héctor Angel Ibarra Chávez “Pensar la Guerrilla en México”.

Al final de mañana va a haber un momento de clausura de estas presentaciones de libros y el día viernes finalmente para concluir este homenaje, a las 5 de la tarde estaría la obra de teatro “El Amanecer Se Negó”.

Entonces esta es la idea.

Les pedimos a todos que puedan estar mañana y pasado mañana y que también sigan invitando a más compañeros, creo que fueron 3 horas muy importantes, 4 horas muy importantes para estas décadas de los 60 y los 70.

Compañeros, finalmente ¡Viva el MAR!

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