jueves, 23 de abril de 2009

Siempre Presentes compañeros, por Alberto Guillermo López Limón, abril de 2004


[1] [2] El próximo 9 de abril se cumplen 25 años de la caída en combate de los compañeros José Luis Martínez Pérez y Elín Santiago Muñoz, maestros normalistas militantes del Movimiento de Acción Revolucionaria. Por tal motivo hago del conocimiento público algunos datos bibliográficos de quien fuera el Comandante en Jefe de la organización revolucionaria, esperando que con el tiempo alguien pueda proporcionar las referencias históricas de quien cayera junto a él.

Conocí a José Luis sólo unos cuantos días antes de ser asesinado. Ese fin de semana celebramos una reunión nacional de Centros de Educación Básica para Adultos, con la idea de constituir una organización magisterial con presencia nacional: la Unión Magisterial Independiente. Llegaron a Tulpetlac, Municipio de Ecatepec de Morelos, Estado de México, decenas de delegados; entre ellos venía José Luis, por aquella época cercano a cumplir los 32 años de edad. Los trabajos se realizaron en un ambiente fraternal y combativo. El trato del compañero con los demás fue muy sencillo y fraterno; era una persona muy alegre y jovial que sabía ganarse a la gente. Además de él, se encontraban otros jóvenes maestros con una trayectoria democrática dentro del magisterio del Estado de México, sobresaliendo de entre ellos Juan Carlos Mendoza Galoz (detenido-desaparecido por la División de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia y Dirección Federal de Seguridad el 30 de diciembre de 1981) y Misael Núñez Acosta (meses más tarde asesinado en calles cercanas a la escuela donde se realizó la reunión). Nadie podía concebir que tan sólo tres días después José Luis, al lado del también inolvidable compañero Elín Santiago Muñoz, caerían asesinados en una emboscada montada por la Brigada Blanca y el Ejército Mexicano.

José Luis Martínez Pérez nació en el Puerto de Acapulco[3] en 1947, aunque desde muy pequeño su familia se vio en la necesidad de trasladarse a un pueblito llamado Cutzamala de Pizón, localizado en la región de Tierra Caliente, Guerrero. Su padre nunca estuvo a su lado y lo llegó a conocer hasta que fue adulto. Fue el segundo hijo de Julia Martínez Pérez. Tuvo seis medios hermanos: Antonio (mayor que José), Reyes, Rosa, Silvia, Alejandro y Alberto.

Ante la pobreza extrema de la madre, ésta es vio obligada a dejarlo a los dos años con su hermana Ofelia Martínez Pérez y su esposo Julián. La pareja no tenía descendencia por lo que José Luis fue adoptado como hijo propio y él toda su vida los reconoció y amó como si fueran sus verdaderos padres.

Su padre Julián murió cuando Luis contaba con ocho años de edad. Desde ese momento se vio obligado a trabajar de jornalero agrícola para ayudar al mantenimiento económico del hogar, lo cual lo alejó de la escuela. Sin embargo, gracias a la insistencia y apoyo de los maestros de la comunidad logró concluir de forma brillante su primaria. Al finalizar el sexto año obtuvo el primer lugar de la zona escolar en aprovechamiento, obteniendo como premio un viaje a la capital del país, donde tuvo la oportunidad de saludar personalmente al Presidente de la República.

Con el apoyo de los maestros presentó examen de selección en la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero. A pesar de que obtuvo uno de los primeros lugares, no pudo inscribirse en ese entonces por carecer de los recursos económicos necesarios para trasladarse a la escuela. Varios años después logró ingresar a la normal pero definitivamente había perdido su beca obtenida para poder realizar sus estudios de secundaria. Al quedarse sin derecho a la alimentación y hospedaje, sobrevivió en el internado alimentándose de los residuos de alimentos que dejaban los demás estudiantes en el comedor y durmiendo al lado de otros compañeros que se solidarizaron con él.

Como estudiante normalista de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, se convirtió en dirigente de la Sociedad de Alumnos. Llegó a ocupar cargos de responsabilidad nacional dentro de la Federación de Estudiantes Socialistas de México, donde llegó a conocer e identificarse con otros profesores, como Lucio Cabañas, Elín Santiago Muñoz, Miguel Quiñónez y Arturo Gámiz, entre otros. Fue cuando se incorporó a las Juventudes Comunistas de México, órgano juvenil del Partido Comunista Mexicano.
Como resultado de sus actividades políticas estudiantiles, a pesar de sus excelentes calificaciones, fue expulsado de la Normal. Continuó sus estudios en la Normal Rural de la Huerta, Michoacán, situada a cinco kilómetros de Morelia, donde se matriculó como maestro.

José Luis Martínez Pérez Participó activamente dentro del movimiento popular estudiantil de 1968. Como resultado, fue detenido, torturado y tiempo después puesto en libertad. Fue enviado por la SEP a la sierra de Oaxaca donde pronto orientó a los campesinos, en su mayoría indígenas; los organizó para defender sus intereses y luchar contra las injusticias de las que eran objeto. Se granjeó la enemistad de los grandes caciques y terratenientes de la región.

En 1970 fue invitado y aceptó participar en la naciente organización político-militar que se estaba formando en el extranjero bautizada con el nombre de Movimiento de Acción Revolucionaria. Abandonó la docencia y el país. Se trasladó clandestinamente junto con otros compañeros a Corea del Norte, donde recibieron seis meses de preparación político-militar. Llegó a la República Democrática de Corea integrando el tercer grupo. Posteriormente regresaron a México.

Se incorporó a las actividades de su organización le encomendó. Desde ese momento hasta el día de su muerte se mantuvo viviendo en la clandestinidad.

En 1971 el MAR recibió su primer gran golpe al ser detenido algunos de sus principales dirigentes, como resultado comenzó a ocupar puestos de responsabilidad al interior de la misma hasta llegar a transformarse en uno de los principales ideólogos del MAR y del movimiento revolucionario armado de la época. La nueva dirección nacional quedó bajo la responsabilidad de José Luis Martínez, Candelario Pacheco, Pedro Moreno, Memo “El Abuelo”, Paulino Wenceslao Arroyo y “El Bigos”. Con el paso del tiempo se convirtió en uno de los encargados de las organizaciones con otras organizaciones revolucionarias armadas, como el Partido de los Pobres, Liga Comunista 23 de Septiembre, Unión del Pueblo, entre otras.

Parte del MAR se fusionó con las demás organizaciones revolucionarias que dieron origen a la Liga Comunista 23 de Septiembre. Meses después, a raíz del conflicto suscitado entre el Partido de los Pobres y la Liga Comunista 23 de Septiembre, desembocando en la expulsión de los brigadistas de la Liga del seno de la Brigada Campesina de Ajusticiamiento, los núcleos de la organización incorporados a las filas del PDLP tomaron partido a favor de las posiciones de Lucio Cabañas. El MAR había mantenido estrechas y fraternas relaciones con el PDLP, incluso mandó de apoyo a militantes de primera fila, como fue el caso de Oscar Javier Gaytán Saldívar[4], coordinándose trabajos entre diversas ciudades y la sierra de Guerrero.

Definiendo que existían profundas diferencias de concepción, organización y reclutamiento José Luis y otros compañeros decidieron separarse del proceso que había dado vida a la Liga Comunista 23 de Septiembre y refundaron la organización intentando corregir su planteamiento foquista.

Junto con Elín Santiago Muñoz, en 1975 elaboraron los documentos de “Estrategia y Táctica”, los cuales marcaron una nueva etapa del MAR y la rectificación de muchas posturas incorrectas sostenidas anteriormente. Lo más importante fue que la estructura orgánica cambió de grupos o columnas especializadas de “x” actividad por la estructura celular, ligada estrechamente al trabajo de masas; del enfrentamiento directo contra el Estado y sus aparatos de represión y la realizaciones de acciones espectaculares, a la del trabajo de masas y la construcción clandestina de la vanguardia revolucionaria.

Elín Santiago Muñoz nació en la población de Villa Flores, Chiapas. Terminó sus estudios magisteriales en la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero. Ingresó al MAR en 1974 en el equipo de formación, poco después pasó a formar parte de la dirección nacional de la organización.[5]

José Luis como miembro de la dirección nacional recorrió gran parte del país para conocer de cerca los grandes problemas económicos, políticos y sociales del pueblo de México, lo que le permitió elaborar sobre la práctica las tácticas a seguir, corrigiendo los errores de concepción; la organización rectificó y transformó su línea política de la “concepción del foco guerrillero y el desarrollo de la guerrilla urbana” a la del “trabajo político de masas con una dirección revolucionaria”.

Desde la clandestinidad, conjuntamente con Elín Santiago Muñoz y otros más, formaron algunas organizaciones de masas con dirección revolucionaria en distintas regiones del país, como fueron Alianza Campesina del Noroeste en el estado de Chihuahua; Movimiento Independiente de la Laguna en la región lagunera (Durango-Coahuila); Movimiento de Liberación Político Sindical en Michoacán; Unión Magisterial Independiente en el Valle de México; Unión Campesina Independiente en Puebla; Comité Promotor de Lucha Campesina Popular en Veracruz; y Unión de Ejidos en el Valle del Yaqui en Sonora.

Desde 1975 hasta 1979, gracias a los denodados esfuerzos de José Luis, se fortalecieron las relaciones entre lo que quedaba del MAR y las organizaciones político-militares Asociación Cívica Nacional Revolucionaria, Partido de los Pobres y Organización de Jóvenes Hacia el Socialismo (“Ojas”, conformando lo que se conoció con el nombre de la “Cuadri”; coordinadora nacional guerrillera que editó el boletín clandestino “El Sentir de los Pobres”.

José Luis no era un Dios ni un asceta. Era un “enamorado”, conducta que le granjeó fuertes criticas al interior de la organización. Su primer compromiso amoroso fue un fracaso. Era demasiado posesivo con las mujeres, probablemente como producto de su falta de afecto materno que tuvo en su infancia. Se enamoró de una compañera legalmente comprometida con otro hombre, más adelante rompió su compromiso con ella a consecuencia de discrepancias ideológicas a pesar de militar ambos en la misma organización; al final, Ana María pasó a formar parte de otro grupo revolucionario armado.

Tiempo después contrajo matrimonio por las “leyes revolucionarias”[6] con Minerva Armendáriz Ponce[7], por aquella época de tan sólo 16 años de edad, militante también del MAR; los responsables designados por la organización fungieron como jueces y testigos. Los padres de Minerva se opusieron al principio a la relación matrimonial, a su vez algunos de sus compañeros también los criticaron. Fruto de su unión fue el nacimiento en 1974 de su primer hijo, el cual recibió el nombre de Carlos David.

Minerva cayó detenida y fue encarcelada en octubre de 1973. Las relaciones entre ella y José Luis se enfriaron rápidamente; sólo por carta mantuvieron comunicación. Tres meses después de haber obtenido su libertad, la dirección del MAR le comunicó que José Luis ya había adquirido compromiso con Laura Elena Gaytán Saldivar, cuyos dos hermanos por aquella época pertenecían a la dirección nacional.

José Luis conoció en el verano de 1973 a Laura Elena, estudiante de preparatoria. En abril de 1974 inició una relación personal con ella que culminó en el registro civil de la ciudad de Chihuahua en 1975. José Luis adoptó el seudónimo de “Ricardo Ríos Mares”, nombre con el que aparece su acta matrimonial. Desde entonces vivieron como pareja hasta el día de su muerte. De esa nueva unión nació en noviembre de 1976 un niño que lleva el nombre de Inti.

“José Luis en esta última relación fue ante todo un camarada, preocupado siempre por colaborar en los detalles más cotidianos; así como un gran padre consciente de su papel como tal en la crianza y educación de su segundo hijo. Alegre, amable y siempre comedido, dedicando gran parte de su tiempo libre tanto al estudio y preparación física como al cuidado y acercamiento con su hijo y compañera. Al respecto hizo algunos poemas donde plasmaba claramente su concepción acerca del amor, vinculado éste siempre al amor por su pueblo y a su fe y certeza en que este alcanzaría su libertad.”[8]

José Luis fue una persona disciplinada en todas las actividades que realizó. Diariamente se ejercitaba. Fue metódico en su preparación teórica. Sus armas siempre estaban limpias y en buen estado. Tocaba muy bien la guitarra. Amenizaba y cantaba en las reuniones de compañeros y familiares. Hizo poesía romántica y revolucionaria. Honesto, sencillo en su trato con la gente, supo ser amigo de aquellos que le brindaron su amistad. Fue un gran compañero con los que le tocó convivir. Siempre antepuso los intereses de los demás sobre los propios. Abnegado hacia la revolución y la organización; audaz y decidido en las acciones militares y valiente hasta lo temerario al enfrentarse al enemigo de clase. Incluso llegó a ejercer como médico empírico y autodidacta.

Junto con Elín Santiago Muñoz, escribió los documentos internos del MAR que llevaron el nombre “Táctica Guerrillera”, “Explosivos” y “Estrategia y Táctica”. Por sí sólo: “Poema a mi hijo” (dedicado a su hijo Carlos), “Marcha hacia la libertad”, “Carta a una maestra de artes plásticas”, “Año nuevo que niegas el pasado” e infinidad de poemas revolucionarios.

Dentro de su paso por el MAR llevó los seudónimos de “Abel”, “Jorge”, “Carlos””Néstor”, “Ricardo”, “Omar”, “Raúl”, “Pedro”, “El Maistro” y “Saltarín”.

Cuando sus hijos Carlos e Inti contaban con 5 y 2 años de edad respectivamente, cayó junto con Elín Santiago Muñoz en una emboscada montada por agentes de la Brigada Blanca, Policía Judicial Federal y Ejército Mexicano en las calles 32 y Zacatecas, en Torreón, Coahuila, al llegar a la casa donde debía celebrarse una reunión de Comité Ejecutivo Nacional. Domicilio que horas antes, por información obtenida a través de la tortura del combatiente Alejandro Peñaloza García, secuestrado días antes, había tomado la Brigada Blanca a sangre y fuego, deteniendo a todos sus moradores; entre ellos se encontraba Laura. Al llegar su automóvil a la casa ocupada por la Brigada Blanca se cerró en torno de ellos un triple dispositivo policial y militar. José Luis y Elín se enfrentaron a casi un centenar de elementos bien armados y estratégicamente parapetados en las casas y edificios cercanos. Elín murió acribillado detrás del volante mientras que José Luis logró salir del Volkswagen y responder a las descargas cerradas dirigidas a ellos, incluso llegó a herir a un policía de gravedad. Finalmente su cuerpo sin vida quedó tendido en la calle. Uno de los agentes participantes llegó a exclamar: “Estos sí son hombres, no chingaderas”.

Los cuerpos fueron envueltos en lonas del ejército y, junto con los demás miembros de la dirección nacional del MAR y sus familias, fueron trasladados bajo un fuerte dispositivo militar al Campo Militar No. 1, en la Ciudad de México. Los cadáveres fueron depositados en el Servicio Médico Forense, donde fueron rescatados cuatro meses después por su familiares.

“En pleno estado de descomposición, cubierto por una lona del ejército, se pudo constatar que presentaba múltiples heridas de bala así como el consabido tiro de gracia en la frente. Sin embargo lo más sorprendente fue su marcada sonrisa de satisfacción en su alegre rostro casi irreconocible”.[9]

Sus restos fueron trasladados a su natal Acapulco, Guerrero; fue sepultado en el panteón municipal el 9 de agosto de 1979. Elín Santiago Muñoz fue enterrado en Chiapas.

Notas:

[1] Versión revisada y corregida de la primera aparecida en marzo de 2003.

[2] La mayoría de los datos fueron tomados de Datos biográficos de: José Luis Martínez Pérez y otros documentos pertenecientes al archivo histórico del Movimiento de Acción Revolucionaria 9 de Abril, escritos a máquina de escribir, sin firma, ni fecha de elaboración, así como de diversas entrevistas a familiares y amigos.

[3] En el libro de Fernando Pineda Ochoa, En las profundidades del MAR (El oro no llegó de Moscú), Plaza y Valdés Editores, México, 2003, p. 195, se señala que José Luis nació en Cutzamala de Pizón, Guerrero.

[4] Oscar Javier Gaytán Saldívar fue detenido-desaparecido el 4 de septiembre de 1974 en el estado de Morelos por agentes de la Dirección Federal de Seguridad y Policía Judicial de Morelos. Fue aprehendido junto con Rigoberto Ulloa y Lourdes Quiñónez al intentar trasladar armas a la sierra de Guerrero. El 5 de septiembre de 1974 fueron trasladados al Campo Militar No. 1, ubicado en la Ciudad de México. Rigoberto y Lourdes recuperaron su libertad. Javier continúa hasta la fecha engrosando la lista de los detenido-desaparecidos.

[5] Pineda Ochoa, op. cit., p. 211.

[6] Dentro de los estatutos del MAR se regulaban los matrimonios, es decir, se regían los criterios por los cuales se autorizaban las relaciones y uniones matrimoniales; era la dirección nacional la única autorizada para aprobar o no esas conductas. No acatar sus decisiones significaba atenerse a las medidas disciplinarias conducentes.

[7] Su hermano Carlos Armendáriz Ponce cayó heroicamente en combate al cubrir la retirada de sus compañeros dentro del foco revolucionario comandado por Oscar González Eguiarte, en la Sierra de Chihuahua, el 23 de agosto de 1968.

[8] Datos biográficos de: José Luis Martínez Pérez, archivo histórico del Movimiento de Acción Revolucionaria 9 de Abril.

[9] Ibídem.

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